El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha recordado el referéndum que hubo en Guinea Ecuatorial durante la época del franquismo a la hora de defender su propuesta de consulta de independencia en Cataluña, del que ha dicho que está dispuesto a hablar con el Gobierno central de «condiciones reforzadas» y de la fecha, entre otros aspectos.
Así se ha pronunciado Aragonès en un desayuno informativo en Madrid sobre su propuesta de referéndum para Cataluña, recordando otros ejemplos en Europa como el de Escocia, o el de Serbia y Montenegro, entre otros.
En este contexto, el presidente catalán ha recordado, para defender su propuesta de consulta en Cataluña, que durante el franquismo hubo un referéndum en Guinea Ecuatorial en diferentes provincias españolas que inició la autonomía de este país africano.
«Hay otras cláusulas constitucionales en varios Estados que permiten esta cláusula de salida bajo unas determinadas condiciones. Y se pactan. La relación de Groenlandia con Dinamarca es un ejemplo. En su momento, lo que fue la antigua Federación Yugoslava de Serbia y Montenegro, que preveía esta cláusula de referéndum sobre la independencia de Cataluña. Durante el franquismo hubo un referéndum en Guinea Ecuatorial», ha expuesto Aragonès en su intervención.
CONDICIONES PACTADAS
Y es que el presidente catalán ha apostado por iniciar el camino de este referéndum «pactando unos y otros las condiciones bajo las cuales se consideraría legítimo el resultado»: «Yo sé que un referéndum sobre la independencia de Cataluña, además si gana la independencia, pues nos provoca cambios muy profundos.
«Estoy dispuesto a hablar sobre condiciones reforzadas. Estoy dispuesto a hablar de la fecha y de cómo deberíamos dar certeza de cómo van a gestionarse los resultados. Pero, si en una democracia no se puede resolver un conflicto en relación a la soberanía, ¿dónde se va a resolver?», ha agregado Aragonès.
Al ser preguntado por si el referéndum implicaría a todos los españoles como recoge la Constitución, Aragonès ha señalado que «las leyes son una convención entre personas, en una sociedad, y deben poderse cambiar».
«Quizá ahora voy a hacer una revelación, pero Dios no fijó como un mandamiento a la unidad de España. Al final, si hay una Constitución es porque hay un acuerdo entre diferentes y estas normas, de la misma forma que existen y que se han construido, deben poder cambiarse», ha sostenido.
