Para Wes Anderson, Roald Dahl ha sido siempre un autor de cabecera. El cineasta norteamericano siempre ha sido celebrado por su estética, pero la realidad es que su capacidad de adaptar historias cortas al cine es igual de impactante, y el autor británico siempre ha sido uno de sus predilectos a la hora de buscar inspiración para sus nuevos trabajos. Pero Netflix parece haberle dado una oportunidad única cuando le ofreció estrenar cuatro cortos inspirados en algunos de los cuentos del autor en forma de cortometraje en la plataforma a lo largo del 2023.
El resultado son cuatro cortos, ‘El cisne’, ‘El desratizador ‘, ‘Veneno’ y ‘La maravillosa historia de Henry Sugar’, el más largo de los cuatro y el que le dio su primer Oscar a Anderson el domingo pasado, que ahora son lanzados en formato de miniserie bajo el título de ‘La maravillosa historia de Henry Sugar’ y tres más’. Es una apuesta llamativa para el gigante del streaming que le permite acercarse a dos autores clave como son Wes Anderson y Roald Dahl, y puede hacerlo sin el costo que han tenido sus aventuras como Bon Jong Hoo o Martin Scorsese.
Para Anderson, cuyo estilo particular a la hora de construir películas sin esconder su artificialidad es especialmente apto para adaptar al inglés, parece además la oportunidad de volver a su autor favorito. Ya había adaptado una de sus historias en el pasado con la película animada ‘El fantástico señor fox’ de 2009, pero la relación con Netflix, que adquirió los derechos de todo el catálogo de Dahl en 2021 por algo más de 370 millones de euros, le permite acercarse a algunas de las historias menos conocidas del autor.
Esto le permite destapar parte de los mensajes políticos dentro del trabajo del británico, que tanto han informado el suyo propio. Lo cierto es que la primera adaptación que hizo del trabajo de Dahl es el momento donde decide que uno de los aspectos clave de su cine será dejar de esconder el artificio a la hora de contar sus historias. Esto le permite jugar con la idea de la memoria en ‘El Gran Hotel Budapest’, dibujar la inescapable subjetividad del periodismo en ‘La crónica francesa’ y hablar de la importancia de contar historias en la reciente ‘Asteroid City’.
UN ELENCO ENTREGADO
Aunque hay actores que solo aparecen en algunos de los cortos nombres como el de Benedict Cumberbatch, Ralph Fiennes, Dev Patel, Ben Kingsley y Richard Ayoade. Apartando a Fiennes son nombres nuevos en la paleta de Anderson, que parece haber dejado la mayoría de los actores que suelen aparecer en su trabajo ‘Asteroid City’, pero igual de entregados a la forma particular de expresar emociones, hacer comedia y jugar con la ficción de Anderson.
No es casual que Fiennes sea el único nombre repetido del trabajo de Anderson. El actor se pone en la piel del propio autor de los cuentos, como si fuese el encargado de que fueran narrados de la mejor forma posible. Todo el texto, todo, pasa por la voz de los actores, un punto de honor para el director que se ha unido a las voces que han pedido evitar los cambios anunciados para facilitar la lectura de sus libros por los jóvenes, a pesar de que el británico en vida dio la orden de que no se moviera «una sola coma» de ninguna de sus publicaciones en futuras ediciones.
Pero a pesar de la forma tan extraña de acercarse a las historias, no es especialmente complicado que cualquiera se acerque a ellas. Incluso en sus momentos más oscuros, como ‘Veneno’, el corto que cierra la colección, el humor de Dahl suele servir para atravesar estás paredes, ácido sí, pero con esa rebeldía infantil que se ríe al eructar o al hacer una travesura y que siempre caracterizó el trabajo del autor y que lo hace tan apto sobre todo para ‘niños siniestros’.
EL TRABAJO DE DAHL MÁS ALLÁ DE WES ANDERSON
A pesar de lo difícil que puede ser traducir la mezcla de sarcasmo adulto y rebeldía infantil del trabajo de Dahl a la gran pantalla, los intentos van mucho más allá de Wes Anderson. ‘Las Brujas’ ha sido llevada dos veces al cine, por Alan Scott en 1990 y por Robert Zemeckis en 2020, lo mismo ‘Matilda’ que fue llevada al cine por Danny de Vito en 1996 y en forma de musical por Mathew Warchus en 2022, también en Netflix. Incluso Spielberg jugó dentro del mundo del autor con ‘Mi amigo el gigante’ de 2016.
Pero no hay ninguno de sus personajes que haya pasado por la gran pantalla tanto como Willy Wonka. El fabricante de chocolates ya ha sido llevado al cine tres veces con Gene Wilder interpretandolo en ‘Charlie y la Fábrica de Chocolates’ de 1971, por Johnny Depp en ‘Charlie y la fábrica de chocolate’ de 2005 y por Timothée Chalamet en ‘Wonka’ del año pasado. Es un personaje de esos que parece parte de la historia del cine y con un musical en teatros desde 2013 no parece demasiado improbable que Netflix apueste por intentarlo de nuevo en los próximos años.