En las oscuras sombras de la Guerra Fría, donde la paranoia y la desconfianza reinaban, surgió la idea del gato espía de la CIA; se conoció como la Operación Gatito Acústico. Entre 1961 y 1966, la CIA se embarcó en la ambiciosa misión de convertir a gatos callejeros en agentes secretos, equipándolos con micrófonos diminutos para grabar conversaciones privadas en embajadas enemigas.
Esta increíble idea surgió de la necesidad de encontrar métodos de espionaje más discretos y efectivos; los métodos tradicionales, como el uso de agentes humanos o dispositivos electrónicos voluminosos, se volvían cada vez más riesgosos y detectables, mientras que, los gatos, con su naturaleza sigilosa y capacidad para pasar desapercibidos, se perfilaron como los candidatos perfectos para esta misión clandestina.
9El costo de la operación gatito acústico
Determinar el costo exacto de la Operación Gatito Acústico es una tarea desafiante debido a la naturaleza clasificada del proyecto y la falta de información pública detallada; sin embargo, a partir de diversas fuentes y análisis, podemos realizar una aproximación.
Algunos informes desclasificados de la CIA mencionan la operación, pero no proporcionan cifras concretas sobre el presupuesto; sin embargo, algunos Ex-agentes de la CIA han ofrecido vagas estimaciones del costo, mencionando cifras entre 20 y 25 millones de dólares en la época (década de 1960).
Si se realiza un análisis comparativo con otro proyecto de la CIA, se sabe que para la construcción del avión espía U-2 se invirtieron entre 10 y 15 millones de dólares, en esta comparación se puede concluir que la CIA tenía muchas esperanzas en el proyecto del gato espía.