Desde que se empezó a hablar del nuevo reglamento sobre pisos turísticos de Madrid Airbnb ha estado en el ojo del huracán. La empresa, que popularizó la idea moderna del piso turístico, ha transformado el concepto en parte de la conversación a la hora de plantearse la situación económica del sector turístico y de la hotelería, pero cada vez más son señalados como una de las empresas culpables del aumento del costo de la vivienda en las grandes ciudades tanto en España como en otras ciudades del mundo.
De momento, la empresa ha señalado que no tiene comentarios sobre este nuevo reglamento hasta que se haya aprobado. La alcaldía ya ha puesto fecha para ello, el próximo mes de abril, pero no ha dado demasiados detalles de cuáles serán los cambios. Al mismo tiempo, medidas de ciudades como Nueva York o incluso Barcelona pueden dar pista de lo que puede definir Madrid, aunque no parece probable que Almeida o Ayuso sean tan extremos con la medida.
Pero es evidente que, más allá de las posiciones políticas del gobierno capitalino, es evidente que es necesario tomar medidas. El dato de que de los 24.000 pisos turísticos operando en Madrid solo 277 tienen licencia de operar es complicado de enfrentar es lapidario, y definitivamente obligar a la alcaldía a acelerar el proceso de su nueva ley, que apunta a ser bastante más limitante con este tipo de negocios que la actual situación de las alcaldías. Es una situación parecida a la que enfrentan las VTC en la Comunidad que han visto como se anuncia un control a su «tarifa dinámica» después de mucho tiempo actuando con casi total libertad.
Por su lado, Airbnb no tiene mucho que hacer mientras espera por la nueva ley. Su situación actual es de esperar, sobre los pisos sin licencia no deben preocuparse demasiado, ellos son una plataforma a través de la cual el usuario ofrece el servicio y permite que el turista se quede temporalmente en el espacio, pero no son dueños de los pisos ni son los responsables de sus licencias. Pero ciertamente una reducción radical en la oferta de una de las ciudades más importantes de Europa como lo es Madrid puede ser complicado de encajar.
UNA LEY PARA AIRBNB QUE SE GESTA EN PLENA CRISIS DE LA VIVIENDA EN MADRID
Es importante decir que, sobre todo para los jóvenes, Airbnb se ha transformado en una de las caras del problema de la vivienda en la capital. Aunque organizaciones como la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos (FEVITUR) aseguran que el impacto que estos pisos generan en la vivienda no es la principal causa de los aumentos no hay duda que las zonas donde hay mayor oferta de alquiler turístico sube el precio del alquiler residencial, y que parece que en el centro de Madrid hay cada vez más oferta de pisos de alquiler.
Además, España y Madrid no son los únicos que ponen el ojo en los datos de alquiler turístico. El pasado 28 de febrero el Parlamento Europeo aprobó las nuevas reglas comunes para armonizar el registro de la oferta de propiedades destinadas al alojamiento turístico de corta duración en plataformas como Airbnb y esta medida no parece demasiado distinta a lo que pretende hacer Almeida según las declaraciones publicadas hasta ahora.
Es cierto que esto no resolvería de un día para otro el problema del precio de la vivienda, pero incluso un pequeño respiro al mercado del alquiler que sigue subiendo los precios puede ser importante en un momento en que el mismo se ha vuelto uno de los principales escollos que enfrentan los jóvenes a la hora de independizarse.
EL PRECIO DEL ALQUILER EN ESPAÑA SIGUE SUBIENDO
En cualquier caso el índice del precio de alquiler siguió subiendo en 2023. El precio de la vivienda en alquiler subió un 7,3% en febrero en su variación interanual en España, situando su precio en 12,27 euros por metro cuadrado, por encima de los 12 euros por metro cuadrado al mes en los últimos 17 años (desde 2006), según los datos del Índice Inmobiliario Fotocasa.
Asimismo, el precio del alquiler aumentó un 4,2% en su variación mensual. La directora de Estudios y portavoz de Fotocasa, María Matos, ha alertado que desde que tienen registros en el índice inmobiliario (en 2006) el coste del alquiler nunca había superado los 12 euros por metro cuadrado. Asimismo, ha señalado que «el mercado sigue calentándose a niveles preocupantes».
Esto puede hacer que sea aún más importante la medida ante la opinión pública. El controlar los precios de alquiler turísticos y la cantidad de pisos disponibles en esto puede volver a aumentar la oferta de vivienda, tanto para compra como para alquilar, y sería un respiro importante para los inquilinos.