Las patronales que representan a las empresas con licencias de Cabify, Uber y Bolt se encuentran en plena negociación con los sindicatos para llegar a un nuevo acuerdo con los conductores. Es una negociación que no ha empezado de forma especialmente cordial. El problema es que la subida que esperan los conductores hasta los 18.000 euros anuales, antes de las complicadas bonificaciones de productividad, que son unos 700 euros más por conductor.
Esto podría obligar a las empresas del sector a subir el precio de cara al consumidor, lo que las podría acercar a los taxis, o incluso superar el precio marcado por el taxímetro en los viajes largos. De momento, el hecho de que sus tarifas base sean más baratas que las de los taxis es una de sus grandes ventajas, lo que suele traducirse en un precio menor que el total del taxímetro por los mismos recorridos.
Si esta situación cambia con el nuevo acuerdo, las tres empresas pueden recibir un duro golpe tanto en su reputación como en su número de usuarios, ya que en ciudades donde se les han puesto limitaciones, como el caso de Barcelona, se realizan hasta 5 viajes en taxi por cada viaje en VTC, es fácil imaginar el efecto que puede haber sobre este número si en efecto los precios de las plataformas de movilidad terminan por superar los precios del taxímetro, cosa que ya ocurre por momentos con la tarima dinámica.
EL ACUERDO SIGUE EN LA MESA DE NEGOCIACIÓN
De todos modos, ese acuerdo aún se encuentra en etapa de negociación y es de esperar que si se firma el nuevo convenio el sueldo base no sea tan alto como lo desean los conductores. A esto hay que sumar que desde los propios sindicatos hay desacuerdo sobre la necesidad de una huelga, con CC.OO dispuestos a tomar esta medida, mientras que, por lo que informan fuentes internas a este medio, otros apuestan por ceder algo de terreno para conseguir otras garantías.
También es cierto que la negociación ocurre en un momento especialmente complicado para las VTC en España y el resto de Europa. La nueva directiva europea de trabajo en plataformas, el choque espacialmente encarnizado con los taxis y el esfuerzo de estos últimos de esforzarse en robarle conductores a las plataformas, lo que tiene un efecto directo en su disponibilidad para los usuarios. Si las plataformas sufren por este lado al mismo tiempo que suben los precios pueden terminar dejándole vía libre al taxi para su retorno completo, sobre todo si a esta posible subida de precio se sigue sumando la situación de la tarifa dinámica.
En cualquier caso, la última cita de negociación, la del pasado 5 de marzo, no ha supuesto avances. CC.OO y el Sindicato Libre de Transporte (SLT), muchas veces señalado por estar en línea con la patronal han criticado a las empresas en la negociación por haberse presentado en la misma sin ninguna propuesta de negociación superior al SMI. En el mismo texto, ya CC.OO. deja clara la posibilidad de protestar esta realidad en las calles. La nueva fecha de reunión está pautada para el 1 de abril.
Desde CC.OO. informan que no se dieron motivos específicos para mantener los sueldos atados al SMI. De hecho, en declaraciones a este diario, desde el sindicato han descrito la decisión directamente como «tacañeria». Por su parte, UGT no ha publicado comunicado, ni lo tiene planeado, pero confirman la versión de los otros dos sindicatos: La reunión duró unos 45 minutos y no hubo ningún avance con las patronales negándose a abordar los problemas de los sueldos. Agregan que tanto ASEVAL como Unauto se presentaron sin una propuesta diferente a la actual.
UNAUTO VTC Y ASEVAL ASEGURAN ESTAR ABIERTAS A NEGOCIAR
Por su lado, el presidente ejecutivo de UNAUTO VTC, José Manuel Berzal, ha explicado que su patronal y ASEVAL, están abiertos a negociar, señalando que la última reunión simplemente fue cuando se presentó la primera propuesta de los sindicatos y necesitan tomarse el tiempo de revisarla. «Queremos un acuerdo sostenible para las empresas y para los trabajadores», sentenció en conversación con este medio.
«Nosotros no hemos manifestado en ningún caso un criterio con respecto a la propuesta de los tres sindicatos. Pretendemos, tanto UNAUTO VTC como ASEVAL, negociar un convenio que sea sostenible para los trabajadores y para las empresas en el contexto de la movilidad que tenemos hoy en día en nuestra comunidad autonoma», explicó Berzal.
El directivo además aseguró que esperaban presentar una contrapropuesta antes del 1 de abril, cuando se continuaran las negociaciones. «Debemos negociar tanto la retribución de los trabajadores como otras cuestiones importantes del texto del convenio», sentenció.
LA COMPLICADA REALIDAD DE LA TARIFA DINÁMICA DE CABIFY, UBER Y BOLT
Una realidad que hay que tener en cuenta al pensar en los aumentos de precio es la famosa y controvertida «tarifa dinámica» de las plataformas. Es un problema al que Cabify ha intentado poner solución por su lado, pero que también activó el llamado de la comunidad de Madrid a aplicar un nuevo reglamento que pusiera un límite de aumentos de precios bases del 75%. Es una decisión que Uber y Bolt han criticado, asegurando que para poder operar necesitan el permiso de subir los precios un 200% de la base, es decir: triplicarlo.
Es una situación que ha llevado a varias empresas a poner punto y final a su relación con las nuevas aplicaciones de transporte. No es casual que el año pasado los grandes eventos no hayan cerrado acuerdos con este tipo de plataformas, apostando por el transporte público como mejor opción para movilizar a los asistentes, después de todo durante el Primavera Sound y el Mad Cool de 2022 los precios llegaron a superar los 100 euros por viaje, de ida y vuelta.
También es cierto que estos mismos eventos pueden ser motivo suficiente para que las plataformas respiren mejor en cuanto a las subidas de precios. Después de todo, si esos días los usaron, es posible que ya hayan generado una necesidad permanente en las ciudades donde han operado estos años.
CABIFY, UBER Y BOLT: LAS VTC EN EL OJO DEL HURACÁN
Para estas plataformas últimamente no existe un día de paz. Es que ni los buenos resultados de Uber les permiten escapar de la complicada realidad de España que, sumada a la campaña en su contra de organizaciones del sector del taxi y lo complicado que ha sido llegar a la rentabilidad, crean un caos perfecto que puede llevarlos a situaciones más extremas incluso de lo que se puede esperar.
Es una encrucijada importante para Uber, Cabify, Bolt y compañía que puede cambiar la forma en la que operan este tipo de empresas. La crítica por el trato y el mal pago a sus conductores es un problema típico de su modelo de negocio, por tanto, este nuevo acuerdo en un momento donde este tipo de empleos está bajo la lupa en todo el continente puede servir para transformarlos de forma permanente.
