En el acervo cultural de la humanidad, el sueño ha ocupado siempre un lugar fascinante, siendo objeto de estudios científicos y filosóficos desde la antigüedad, una ventana hacia nuestro subconsciente, una forma de comunicación con nuestro yo interior. Sin embargo, más allá de las interpretaciones místicas o psicológicas, el sueño es también un campo experimental donde, a través de diversas técnicas, se busca controlar su contenido.
La onironáutica, o la capacidad de soñar de forma lúcida, ha ganado popularidad en años recientes como método para direccionar nuestros sueños hacia aquello que deseamos experimentar. En este artículo, exploraremos el fascinante mundo del sueño lúcido y desvelaremos el truco para soñar lo que queramos al dormir.
1LOS SUEÑOS LÚCIDOS: PUERTA A LA CONSCIENCIA EN MUNDO ONÍRICO
El sueño lúcido ocurre cuando el soñante toma consciencia de que está soñando, y a partir de allí, tiene la posibilidad de influir en la trama del sueño. Es un fenómeno que no todos experimentan de forma natural, pero que puede desarrollarse con práctica. Los estudios indican que durante un sueño lúcido, partes del cerebro asociadas con la autoconsciencia y el razonamiento se activan más de lo que sucedería durante un sueño común.
El primer paso para lograr un sueño lúcido es, según expertos en la materia, incrementar la capacidad de recordar los sueños. Esto se logra manteniendo un diario de sueños, que además de ayudar a la memoria, también permite identificar patrones y señales recurrentes que más adelante servirán para reconocer que estamos dentro de un sueño. Vamos con el segundo paso a continuación.
La técnica más conocida para inducir sueños lúcidos es la de los chequeos de realidad. Durante el día, uno debe cuestionar la realidad de forma constante y llevar a cabo pequeñas pruebas que confirmen si está despierto. Con el tiempo, estas preguntas y pruebas se infiltrarán en los sueños, y cuando un resultado anómalo se presente, se disparará la lucidez.
La visualización antes de dormir es otro método útil. Consiste en imaginar con detalle la experiencia que queremos vivir mientras nos relajamos y nos preparamos para dormir. Al hacer esto, sembramos las semillas de los escenarios que deseamos explorar en nuestros sueños.
