En un mundo globalizado, donde los alimentos viajan largas distancias antes de llegar a nuestros platos, conocer el origen de los productos que consumimos se ha convertido en una prioridad. Recientemente, la alarma saltó cuando el sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF) de la Unión Europea advirtió sobre la presencia de hepatitis A en un lote de fresas procedentes de Marruecos.
Este incidente ha puesto sobre la agenda la necesidad de tener herramientas para identificar el país de origen de los alimentos, especialmente de aquellos que son susceptibles de contaminación. En este artículo te contaremos como diferenciar las fresas nacionales con las de Marruecos. ¡No te lo pierdas!
8Un futuro más transparente y seguro
A medida que la conciencia sobre la importancia de conocer el origen de los alimentos siga creciendo, es probable que veamos más iniciativas y herramientas que promuevan la transparencia en la cadena alimentaria. El truco de los prefijos EAN es solo un pequeño paso hacia un futuro más seguro y confiable para los consumidores.
Las empresas alimentarias tendrán que adaptarse a esta creciente demanda de trazabilidad, proporcionando información detallada sobre los procesos de producción, cultivo, transporte y manipulación de los alimentos. Esto no solo aumentará la confianza de los consumidores, sino que también impulsará a las compañías a adoptar prácticas más sostenibles y éticas a lo largo de toda la cadena de suministro. La tecnología desempeñará un papel clave, facilitando el seguimiento en tiempo real y el acceso a datos precisos sobre el origen y el viaje de cada producto.