La sopa de ajo, un plato reconfortante y delicioso, es un clásico de la cocina mediterránea que ha sido apreciado durante siglos por su sencillez, su sabor robusto y su capacidad para reconfortar el cuerpo y el alma. Sin embargo, el ingrediente que marca la diferencia y hace que esta sopa sea aún más deliciosa es el aceite de oliva virgen extra, conocido como el «oro líquido» de la cocina mediterránea.
En el texto que te dejamos a continuación exploraremos los orígenes, la historia, una receta paso a paso, variaciones creativas, opciones de maridaje y acompañamientos para la sopa de ajo, destacando el papel crucial que desempeña el aceite de oliva en su perfección.
Antes de enseñarte la receta y cómo utilizar el aceite para la sopa de ajo, hay que recordar que este plato, también conocido como sopa castellana, tiene raíces humildes que se remontan a la cocina campesina de la región de Castilla, en España. Originalmente concebida como un plato simple y económico, la sopa de ajo estaba destinada a alimentar a los trabajadores del campo y a proporcionarles calor y energía durante los duros meses de invierno.
La receta básica de la sopa de ajo consiste en pan duro, ajo, aceite de oliva y agua, con la opción de añadir huevos y especias según la disponibilidad y los gustos personales. Esta sencillez de ingredientes se convirtió en una característica distintiva del plato, que se ha mantenido a lo largo de los siglos.
Vamos a ver cómo se prepara en la siguiente página.
4Instrucciones:
- En una olla grande, calienta el aceite de oliva virgen extra a fuego medio. Añade el ajo picado y sofríe suavemente hasta que esté dorado y fragante, pero no quemado.
- Añade el pimentón dulce al aceite caliente y mezcla bien para que se combine con el ajo.
- Vierte el caldo de pollo o el agua en la olla y lleva a ebullición. Reduce el fuego y deja que la sopa hierva a fuego lento durante unos 10-15 minutos para permitir que los sabores se mezclen.
- Mientras tanto, fríe los cubos de pan en una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra hasta que estén dorados y crujientes. Reserva.
- Rompe los huevos en un bol y bátelos ligeramente. Vierte los huevos batidos en la sopa caliente, revolviendo constantemente para crear hilos de huevo en la sopa.
- Sazona la sopa de ajo con sal y pimienta al gusto, ajustando según sea necesario.
- Para servir, coloca los cubos de pan dorado en el fondo de cada plato hondo y vierte la sopa caliente sobre ellos. Decora con perejil fresco picado y un chorrito adicional de aceite de oliva virgen extra.
¡Y todo listo! Una sopa de ajo reconfortante y deliciosa, en la mesa para ser disfrutada.