La focaccia de cebolla y queso es una variante deliciosa y reconfortante de este clásico pan italiano. Con su base esponjosa y crujiente, cubierta con cebollas caramelizadas y queso derretido, esta especialidad culinaria es una explosión de sabores mediterráneos que deleita los sentidos. En este extenso texto, exploraremos los orígenes, la historia, una receta paso a paso, variaciones creativas, opciones de maridaje y acompañamientos para la focaccia de cebolla y queso.
La focaccia es un tipo de pan plano de origen italiano que se remonta a la antigua Roma. Su nombre deriva del latín «focacia», que significa «pan cocido en las cenizas del fuego». A lo largo de los siglos, la focaccia ha evolucionado y se ha adaptado a diferentes regiones de Italia, cada una con sus propias variaciones y sabores distintivos.
La focaccia de cebolla y queso es una de las muchas variantes de este pan tradicional. La combinación de cebollas caramelizadas y queso derretido sobre una base de focaccia proporciona un equilibrio perfecto entre dulzura, salinidad y sabores intensos, que se ha vuelto muy popular en toda Italia y más allá.
1Cómo preparar una focaccia de cebolla y queso
Ingredientes:
- 500g de harina de trigo
- 300ml de agua tibia
- 10g de levadura seca
- 2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
- 1 cucharadita de sal
- 2 cebollas grandes, cortadas en rodajas finas
- 150g de queso mozzarella rallado
- Aceite de oliva para engrasar
- Sal gruesa y romero fresco para decorar
Instrucciones:
- En un tazón grande, disuelve la levadura seca en el agua tibia y deja reposar durante 5 minutos hasta que esté espumosa.
- Agrega la harina y la sal al tazón con la levadura y mezcla bien hasta formar una masa homogénea.
- Amasa la masa en una superficie enharinada durante unos 10 minutos, o hasta que esté suave y elástica.
- Forma la masa en una bola y colócala en un tazón engrasado con aceite de oliva. Cubre con un paño húmedo y deja reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que haya duplicado su tamaño.
- Mientras tanto, carameliza las cebollas en una sartén con un poco de aceite de oliva a fuego medio-bajo durante unos 20-25 minutos, o hasta que estén doradas y suaves. Reserva.
- Precalienta el horno a 200°C (390°F) y engrasa ligeramente una bandeja para hornear con aceite de oliva.
- Extiende la masa de focaccia en la bandeja para hornear, formando una capa uniforme. Cubre la masa con las cebollas caramelizadas y espolvorea el queso mozzarella rallado por encima.
- Rocía un poco de aceite de oliva sobre la focaccia y espolvorea con sal gruesa y hojas de romero fresco.
- Hornea la focaccia en el horno precalentado durante 20-25 minutos, o hasta que esté dorada y crujiente.
- Retira la focaccia del horno y deja que se enfríe ligeramente antes de cortarla en porciones y servirla.
Variaciones
La focaccia de cebolla y queso es una receta versátil que se presta a una variedad de variaciones creativas. Aquí tienes algunas ideas para experimentar:
- Con Queso de Cabra: Sustituye el queso mozzarella por queso de cabra desmenuzado para un sabor más suave y cremoso.
- Con Queso Gorgonzola: Utiliza cebolla roja en lugar de cebolla blanca y añade trozos de queso gorgonzola para un sabor más intenso y audaz.
- Con Queso Parmesano: Espolvorea queso parmesano rallado sobre la focaccia antes de hornearla para un sabor rico y salado.
- Con Queso Azul: Agrega trozos de queso azul desmenuzado sobre la focaccia después de hornearla para un toque de sabor picante y audaz.
Maridaje
La focaccia de cebolla y queso es un pan con mucho sabor que se presta a una variedad de opciones de maridaje. Aquí tienes algunas sugerencias:
- Vino Tinto: Un vino tinto de cuerpo medio, como un Chianti o un Merlot, complementa bien los sabores intensos de la focaccia de cebolla y queso.
- Cerveza Artesanal: Una cerveza artesanal de estilo belga, como una cerveza de abadía o una cerveza trapense, realza los sabores ricos y salados de la focaccia.
- Aceitunas y Antipasti: Servir la focaccia con una selección de aceitunas marinadas, tomates secos al sol y otros antipasti mediterráneos para un aperitivo delicioso y satisfactorio.
Acompañamientos
La focaccia de cebolla y queso es deliciosa por sí sola, pero también se puede servir con una variedad de acompañamientos para una experiencia gastronómica más completa. Aquí tienes algunas sugerencias:
- Aceite de Oliva y Vinagre Balsámico: Servir la focaccia con aceite de oliva virgen extra y vinagre balsámico de calidad para mojar, añadiendo un toque de sabor y frescura.
- Salsas y Dips: Acompaña la focaccia con una variedad de salsas y dips, como hummus, tzatziki o pesto, para una experiencia de sabor adicional.
- Ensaladas Frescas: Sirve la focaccia junto con una ensalada fresca de hojas verdes, tomates cherry y pepino para un plato equilibrado y saludable.