En un mundo cada vez más acelerado y exigente, la lucha contra los nervios y la ansiedad se ha convertido en una cuestión de salud primordial. A menudo, incluso las situaciones más cotidianas pueden generarnos una sensación de inquietud difícil de manejar. Los expertos en psicología y mindfulness han desarrollado una serie de estrategias para ayudarnos a afrontar estos desafíos, y entre ellas, hay un truco en particular que se destaca por su simplicidad y eficacia.
Este método, respaldado por estudios científicos, puede ser un aliado en nuestro día a día para recuperar la calma y mantener a raya el estrés.
5DIETA Y EJERCICIO: ALIADOS INESPERADOS CONTRA LA ANSIEDAD
No podemos subestimar el rol de la dieta y el ejercicio en la regulación de nuestro estado emocional. Alimentos ricos en magnesio como los frutos secos, las semillas y el chocolate negro, han sido vinculados a la reducción de la ansiedad debido a su influencia en el sistema nervioso. Incorporar alimentos con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes puede apoyar la función cognitiva y el equilibrio emocional.
La práctica regular de ejercicio físico tiene múltiples beneficios, no solo para el cuerpo, sino también para la mente. Al ejercitarnos, liberamos endorfinas, las cuales son conocidas como las ‘hormonas de la felicidad’ y pueden jugar un papel crucial en la reducción del estrés y la ansiedad.
Complementar la actividad física con una ingesta adecuada de proteínas, vitaminas y minerales apoya el buen funcionamiento del organismo y potencia la capacidad de lidiar con la ansiedad. Un enfoque nutricional bien orientado puede ser un verdadero truco para mantener un equilibrio mental óptimo.
