El piloto de Ducati critica la dirección de la categoría a pocos días de comenzar una nueva temporada en busca del título
Para este 2024, Marc Márquez tomó una de las decisiones más importantes en su trayectoria profesional. El piloto español decidió poner fin a una longeva y exitosa aventura con Honda para recalar en las filas de Ducati. Un movimiento que, a priori, solo se puede explicar por la necesidad de volver a sentirse relevante en la parrilla. Sin embargo, este traspaso también atiende a otras razones.
El paso de Marc Márquez a la escudería italiana ha sorprendido, principalmente, por dos razones que van de la mano: recalar en un equipo no oficial (Gresini Racing) e intentar volver a la senda de los triunfos en una moto con capacidad para luchar -o posicionarse, al menos- por el mundial de MotoGP. En este sentido, el de Cervera ha manifestado la importancia que va a cobrar ahora el piloto en este mundial, y todo lo que él podrá reportar.
Marc Márquez es claro: las habilidades del piloto ya no cuentan tanto en MotoGP
El principal motivo de este salto a las motos italianas fueron la falta de resultados y, sobre todo, las escasas perspectivas de que la Honda cerrara la brecha que le separa de la cabeza. Ahí encontró a Gresini, la única puerta de acceso que encontró el ’93’ para conseguir una Ducati, aunque fuera, como equipo satélite, del año anterior. Una maniobra importante y en la que, como señala el propio Marc Márquez, «hemos apostado mucho», consciente de que hay tantas posibilidades de que salga bien, como de que no acabe la cosa como se espera.
De todos modos, el hoy piloto de la Ducati Desmosedici GP23 ha dejado claro la importancia de la competición y de una montura fuerte. Esto es debido a las diferentes evoluciones técnicas, pues en la categoría reina cada vez es más importante la moto. «Para mí, odio ese camino, pero es el camino que están siguiendo y las reglas se lo permiten, así que irán por ahí», añadió. «Cuando veo que cada vez se va más por la aerodinámica, no me gusta. Pero hay que adaptarse».
MotoGP ya sigue el camino de los problemas de la Fórmula 1
MotoGP, que exhibía con orgullo una dinámica de competición donde los adelantamientos eran más comunes que en la Fórmula 1, está cayendo en los mismos problemas que los monoplazas. Desde que aparecieron los apéndices aerodinámicos, los rebufos, frenadas y cambios en las trazadas se han hecho mucho más críticos. Un problema del que no solo repercute ante un fenómeno que está resintiendo el espectáculo, sino también la seguridad.
Y en ello también se han mostrado pilotos como el mismo Marc Márquez, al que le acompañan históricos como Dani Pedrosa o Casey Stoner. «Prefiero las motos más antiguas, las que eran sin aerodinámica. Eran más divertidas», dice el de KTM. Y Casey Stoner, un campeón del mundo de MotoGP, añade que «tenemos que parar con esto; estamos llevando el deporte hacia atrás y no hacia adelante».