El Escorial de La Mancha, un lugar lleno de historia que pocos conocen. En el corazón de la pintoresca región de La Mancha se encuentra un tesoro arquitectónico y cultural que ha estado esperando pacientemente su redescubrimiento: el Monasterio de Uclés, conocido como el «Escorial de La Mancha».
Este monumento renacentista, que alguna vez fue el centro neurálgico de la Orden de Santiago, ha permanecido cerrado por décadas, sumido en la quietud de su historia. Sin embargo, gracias a la reciente iniciativa de la Fundación Fernando Núñez, el monasterio está cobrando vida nuevamente, ofreciendo a los viajeros una oportunidad única de explorar sus fascinantes rincones y sumergirse en su legado.
Construido a lo largo de los siglos XVI al XVIII, el Monasterio de Uclés fusiona distintos estilos arquitectónicos que narran la historia de España: desde el plateresco que adorna su ala este, hasta el herreriano que domina su imponente iglesia, pasando por la ornamentación churrigueresca que adorna su fachada principal. Cada rincón de este majestuoso edificio cuenta una historia, desde los medallones tallados con figuras ilustres hasta los frescos que adornan sus techos, llevando a los visitantes a un viaje en el tiempo a través de los siglos de esplendor y grandeza.
Pero el encanto de Uclés no se limita solo a sus muros históricos. La ubicación estratégica del monasterio, que se alza sobre un altozano con vistas panorámicas de Cuenca, añade un toque de misterio y romance a esta joya arquitectónica. Además, las iniciativas de la Fundación Fernando Núñez, que van desde la apertura de antiguas puertas tapiadas hasta la integración de eventos culturales y musicales, ofrecen a los viajeros una experiencia enriquecedora y única.
Con su rica historia, su belleza arquitectónica y su programa cultural en pleno auge, el Monasterio de Uclés emerge como un destino de viaje ideal y asequible para Semana Santa, invitando a los visitantes a descubrir los tesoros ocultos de La Mancha.
3La Orden de Santiago: caballeros, arte y poder
La Orden de Santiago emerge como una figura central en la historia de Uclés, dejando un legado perdurable de caballeros, arte y poder. Desde su establecimiento en la región en el siglo XII, los caballeros de la Orden desempeñaron un papel fundamental en la defensa y la expansión de los territorios cristianos durante la Reconquista. Su presencia no solo se limitó a la esfera militar, sino que también dejó una profunda huella en el desarrollo cultural y arquitectónico de Uclés y sus alrededores.
Los caballeros de la Orden de Santiago no solo fueron guardianes de las fronteras cristianas, sino también mecenas del arte y la cultura. Su influencia se refleja en la arquitectura del Monasterio de Uclés, un monumento emblemático que fusiona varios estilos arquitectónicos y que sirvió como centro neurálgico de la Orden durante siglos. Además, su mecenazgo permitió la creación de obras de arte de renombre y la promoción de la música polifónica del siglo XVI, como evidencia la Colección Uclés. Así, la Orden de Santiago se erige como una pieza fundamental en el rico tapiz histórico y cultural de Uclés, dejando un legado perdurable que perdura hasta nuestros días.