El taxi en Barcelona ha ganado la batalla contra las VTCs de plataforma, como Cabify, Uber y Bolt, al menos de momento. La resistencia del rojo y amarillo mantiene el apoyo político, con más requisitos para los conductores, como obtener el certificado obligatorio del nivel B2 de catalán, es decir, un nivel intermedio con el que mantener una conversación con los clientes en esta lengua. No obstante, Free Now, que funciona con taxis únicamente en el área metropolitana de Barcelona, vuelve a insistir en la desregulación de la tarifa instaurada por el Instituto Metropolitano del Taxi (IMET).
La plataforma Free Now busca esa flexibilidad para poder cambiar las tarifas en función de demanda, de tal forma que irían al alza o a la baja en función de si hay mayor o menor número de clientes, respectivamente. A través de la aplicación funcionan la mayoría de los taxistas, que utilizan Free Now como si fuera una emisora y no como una empresa tecnológica.
VISTA CONTRA FREE NOW POR COMPETENCIA DESLEAL
De esta forma, Free Now, que cobra comisiones por los trayectos entregados a los taxistas, funcionaría como una operadora de transporte, tal y como denuncian desde Élite Taxi. De hecho, los propios taxistas de Barcelona han llevado a juicio a la plataforma por, entre otros motivos, competencia desleal. Y es que, el servicio de emisora y servicio tecnológico tienen notables diferencias. La vista, de hecho, está fijada el próximo 20 de marzo.
Free Now denunció al IMET en el juzgado 6 de lo Mercantil de Barcelona por el uso de la tarifa regulada. Según los taxistas, la plataforma trata de tumbar los precios públicos, los fijados por el taxímetro, al entender que son una barrera a la competencia. Cabe recordar que esta aplicación trabaja con también con este tipo de licencias públicas.
La demanda de Free Now se centra en la imposición del IMET sobre la obligación de los taxistas de tener instalada la aplicación Picmi Taxi, una exigencia que choca directamente con el modelo de la empresa privada que también opera con vehículos negros y amarillos. Por este motivo, entienden que este requisito incumple la normativa.
Según afirman los taxistas, Free Now no solo vende software, sino que también trata de alterar las tarifas reguladas año tras año por la Administración, tal y como han expuesto los dirigentes de Free Now en diversas entrevistas.
La estrategia para flexibilizar los precios en Barcelona, donde el taxi apenas tiene ahora competencia por los duros requisitos exigidos a las VTCs de plataforma, como Cabify, tanto a los conductores como a los vehículos, acompañados de exhaustivos controles de la Guardia Urbana y Mossos d’Esquadra. Ejemplo de ello es la treintena de vehículos que fueron enviados al depósito de la grúa por incumplir gravemente el reglamento, la mayoría por no tener los permisos en regla.
FREE NOW Y EL GOLPE AL TAXI CON EL FIN DEL TAXÍMETRO
Free Now pasa al contraataque al tratar de variar una tarifa que está perfectamente regulada en el sector del taxi, tanto en horario como a la hora de arrancar o estacionar en paradas críticas, como la estación de Sants, entre otras. Asimismo, para el aeropuerto hay un precio prácticamente cerrado de unos 30 euros, ni uno más.
La multinacional busca ahora que estos precios varíen en función de la demanda, pero no desvela a partir de cuántos clientes es alta o baja demanda, ni la fórmula para conocerlo. Los datos que ofrece la plataforma se centran en subidas o bajadas del 15% del precio establecido, pero para ello habría que prescindir del taxímetro, única herramienta que cuenta el cliente para poder conocer el pago final.
De hecho, cualquier precio fuera del taxímetro puede ser denunciado ante la Policía local de Barcelona o ante los Mossos d’Esquadra. Pero el taxi se niega en rotundo entrar en ese debate. Es más, exige a Free Now cumplir la tarifa establecida por la Administración, que ni mucho menos está por la labor de dejar de controlar los precios de un servicio público esencial.
FREE NOW Y SU ETERNA LUCHA CONTRA LA REGULACIÓN
La propuesta de Free Now desregularía por completo al sector del taxi, que lucha precisamente para mantener su estatus dentro de la economía y del transporte. De hecho, el objetivo final es precisamente acabar con el taxímetro e imponer la misma fórmula propuesta por las plataformas de VTCs, como Cabify y Uber, que presentan un precio al cliente en el momento de solicitar el trayecto.
Asimismo, Free Now también desafía a la Administración con una propuesta que rompe por completo el reglamento establecido, como el servicio durante los días festivos, a pesar de que la mitad de la flota solo puede trabajar en esas fechas, dependiendo del número de la licencia.
Cabe señalar que Free Now tiene bajo su control a unos 4.000 taxistas en Barcelona, el 38% del total de los taxis de Barcelona. El pasado año usaron sus servicios cerca de 400.000 pasajeros, pero los números no convencen a la mayor parte del sector, que se resiste a entrar en la aplicación debido a las «altas comisiones» que se exigen mientras se establecen descuentos para los clientes.
De hecho, las alarmas suenan con fuerza en el sector del taxi ante la imposibilidad de Free Now de flexibilizar las tarifas y saltarse el reglado taxímetro. Y es que, si no hay desregulación, las comisiones irán en aumento, como ha pasado en Londres. Por un lado, los taxistas pagan un 18% por trayecto frente al 12,5% que se abona en España, un pago al que hay que añadir el correspondiente IVA, que al ser un servicio mercantil se abona al 21% y no al 10%, tipo que abonan los viajeros.
LA SUBIDA DE LA COMISIÓN A FREE NOW, EL TEMOR DEL TAXI
Esta atadura al taxista irá a mayor ante la desaparición y concentración de emisoras en Barcelona, cuyos requisitos se han reforzado en los últimos años. Élite Taxi se ha mostrado en contra de este tipo de aplicaciones casi desde su irrupción en el sector del transporte al actuar como una superemisora, con sus clientes y precios estipulados, pero el monstruo creado desde el propio gremio tiene ante sí a una Administración capaz de modificar su propio reglamento al dictado del taxi, cuya fuerza en Barcelona se ha demostrado con los sucesivos cambios normativos, el último de ellos en los mismísimos Presupuestos de la Generalitat.
Para rebajar la tensión, Free Now afirma que no subirá las comisiones, pero ve graves desajustes entre la oferta y la demanda, una brecha que beneficiaría precisamente a quien opere sin la regulación del taxímetro.