El Rey Felipe VI ha sido el encargado de cumplir este viernes con una tradición que se remonta a hace más de 300 años por parte de la Familia Real y ha acudido a la Basílica de Jesús de Medinaceli, en Madrid, para venerar su imagen.
Es tradición que uno de los miembros de la Familia Real acuda a esta basílica, que alberga un Cristo nazareno del siglo XVII, el primer viernes de marzo con motivo de un popular besapiés de la imagen.
Esta es la segunda vez desde que accedió al trono en 2014 que Don Felipe acude a la basílica de Medinaceli, tras hacerlo en 2018, y para la ocasión ha lucido la medalla de la Cofradía de Jesús de Medinaceli.
A su llegada ha saludado a los fieles que esperaban para entrar y ha accedido al templo mientras en el órgano sonaba el himno de España. Ya en el interior, ha cumplido con el ritual de besar los piés al Cristo.
A su salida, Felipe VI ha saludado a los congregados, acercándose a estrechar las manos a muchos de los presentes, principalmente mujeres, y se ha dejado fotografiar. Tanto a su entrada como a su salida se han escuchado gritos de «viva el Rey» y «Felipe» y aplausos.