“Pero hombre, usted aún cree que el fútbol es un deporte?”. La frase, inapelable, es de un directivo de las televisiones españolas de 2015. ¿Qué hincha no ha recelado de un penalti que solo vio el árbitro, o bien que el árbitro se comió? ¿Esos fuera de juego milagrosos para salvar a un equipo grande? ¿Ése gol en fuera de juego en la final de la Champion? ¿La entrada de ese central que lesiona al delantero y el árbitro arregla con un “sigan, sigan”? La sal del fútbol son los árbitros y sus errores. El escándalo de los pagos del FC Barcelona al que entonces era vicepresidente de los árbitros, José María Enríquez Negreira, la noticia que pone en cuestión el negocio más lucrativo de Europa, el fútbol.
Según han desvelado la cadena SER y El País, una investigación de la Agencia Tributaria ha desvelado pagos por valor de 1,4 millones de euros del Barça a la empresa del ex vicepresidente del Comité de Árbitros a cambio de “informes verbales”. Pagos que se han hecho al menos desde el año 2016 hasta el 2018. Tres temporadas de informes verbales por 1.4 millones. Los pagos podrían haber arrancado en 2001.
EL BARÇA Y LA FEDERACIÓN DE FÚTBOL
Los detalles que se conocen hasta ahora no dejan de arrojar cieno al enrarecido ambiente del fútbol español tras conocerse los enredos del pasado presidente de la Federación, Luis Rubiales, con Gerard Piqué cuando éste seguía siendo el central del Barça. Hacienda detectó en una inspección fiscal que la sociedad Dasnil había recibido pagos que no tenían soporte documental de haber prestado servicio alguno al FC Barcelona. Todo ha derivado en una investigación que corre a cargo de la Fiscalía para determinar si el caso se tipifica como corrupción entre particulares, dado que tanto el Barça como el Comité de árbitros son entidades privadas.
El FC Barcelona asegura que la labor de esta empresa era hacer informes para guiar a las categorías inferiores sobre cómo comportarse ante los árbitros. El club habla de vídeos, pero lo que se filtra desde Hacienda es que no hay soporte para esos 1,4 millones pagados al jefe de los árbitros. Estos pagos se hicieron bajo la presidencia de Josep María Bartomeu, un periodo convulso y sub iudice. Al menos lo que están fuera del periodo de prescripción, porque la investigación habría descubierto presuntos pagos al menos desde 2003, cuando era presidente Joan Gaspart. El Comité de Árbitros es el órgano de gobierno de los jueces del futbol y está integrado dentro de la Real Federación Española de Fútbol.
EL CALCIOPOLI
Precisamente fue un escándalo arbitral lo que conmovió los cimientos del fútbol italiano hace 10 años, en el llamado Calciopoli. Unas intervenciones telefónicas desvelaban un gran convoluto (o ‘biscotto’) entre jueves y varios clubes de fútbol. Los amaños eran de tal entidad, que la histórica Juventus fue desposeida de dos títulos de Liga y descendida a la Serie B (la segunda división italiana), con varios puntos de penalización además. Las sanciones llegaron también al AC Milan, Fiorentina y Reggina, con castigos económicos y deportivos. El tufo maloliente de la corrupción se extendió por todo el Calccio.
Los aficionados al fútbol, sobre todo los seguidores de los clubes menos grandes, siempre han sospechado del trato a Madrid y Barça. Pase lo que pase en la investigación, lo que es seguro es que las discusiones sobre los arbitrajes continuarán en su doble vertiente, en el VAR y en el bar.