La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil se encuentra en el ojo del huracán por la polémica elección de sus nuevos vehículos de servicio. Según denuncia la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), los coches adquiridos presentan varias deficiencias que no solo infringen las normas de tráfico impulsadas por la Dirección General de Tráfico (DGT) que ellos mismos deben hacer cumplir, sino que también comprometen la seguridad de los agentes. La AEGC ha señalado dos problemas principales: el reducido tamaño del maletero de los vehículos y su limitada autonomía. Esto obliga a los guardias a transportar material como conos, señales o chalecos antibalas sueltos en los asientos traseros, contraviniendo las normas de tráfico y creando un peligro potencial en caso de accidente. Además, la corta autonomía de apenas 325 km dificulta que puedan cumplir con sus labores habituales de vigilancia en carretera. En este artículo te contaremos que repercusión tuvo en la ciudadanía este “desliz” de la Guardia Civil y hablaremos de qué medidas tienen pensado tomar al respecto.
8Cambios urgentes para resolver la situación
Ante este gravísimo problema que está poniendo en riesgo la propia capacidad operativa de la Guardia Civil, la AEGC propone entre las posibles soluciones para este entuerto modificar de manera urgente el deficiente diseño original de los vehículos para ampliar la capacidad de los maleteros desde los actuales 100 litros hasta al menos los 500 reglamentarios en turismos policiales. También exigen cambiar radicalmente las baterías actuales y garantizar en toda la flota una auténtica autonomía eléctrica mínima real de al menos 500 km antes de necesitar ningún tipo de recarga.