Escondida en la región de Extremadura, España, se encuentra una maravilla de la ingeniería civil que ostenta el título de la rotonda más grande de Europa y la segunda más grande del mundo; con un diámetro de 1,3 kilómetros y una superficie de 161 hectáreas, la rotonda del Cerro Masatrigo en Badajoz se alza como un gigante en la geografía española, desafiando las expectativas y redefiniendo el concepto de intersección vial.
3Un proyecto para mejorar el tráfico
La construcción de esta obra de ingenieria se remonta a la década de 1990, como parte de un proyecto de circunvalación para aliviar el tráfico en la ciudad de Badajoz; la idea era crear una solución vial segura y eficiente que permitiera a los conductores circular sin interrupciones alrededor de la imponente montaña Cerro Masatrigo.
El proyecto, que supuso una inversión de más de 10 millones de euros, no estuvo exento de desafíos, la construcción de una rotonda de tal magnitud requirió de la excavación de miles de metros cúbicos de tierra, la construcción de dos puentes y la implementación de un complejo sistema de señalización y seguridad vial.