Preparar albóndigas desde cero requiere su tiempo. Hay que pochar la cebolla, el ajo y las verduras, mezclar con la carne, amasarla, formar las bolas, pasarlas por harina, freírlas y después hacer una salsa para acompañar. Todo un proceso laborioso que fácilmente nos tienta a tomar el atajo de comprar las albóndigas ya preparadas del supermercado. Pero teniendo en cuenta que este plato tiene como protagonista la carne, merece la pena valorar si realmente estas elaboradas de forma industrial van a tener una calidad tan buena como las hechas por nosotros mismos en casa. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado un detallado análisis sensorial, nutricional y gastronómico de varias albóndigas refrigeradas que se pueden encontrar en los principales supermercados de nuestro país para encontrar las mejores. En este artículo te contaremos qué aspectos fueron valorados y qué marcas son las que mejores resultados han obtenido.
4OCU: Todas las variedades, muy altas en sal
Uno de los puntos más negativos que han encontrado los expertos de la OCU tras analizar las albóndigas del supermercado es la enorme cantidad de sodio que incorporan en su composición. La media rondaba los 3,6 gramos de sal por cada envase consumido. Una cifra totalmente desmesurada si tenemos en cuenta que lo recomendado por los nutricionistas es limitar la ingesta diaria a un máximo de 5 gramos en el conjunto de todas nuestras comidas. Así pues, con un solo plato ya estaríamos sobrepasando ampliamente las cantidades ideales de este mineral, tan relacionado con la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares.