Preparar albóndigas desde cero requiere su tiempo. Hay que pochar la cebolla, el ajo y las verduras, mezclar con la carne, amasarla, formar las bolas, pasarlas por harina, freírlas y después hacer una salsa para acompañar. Todo un proceso laborioso que fácilmente nos tienta a tomar el atajo de comprar las albóndigas ya preparadas del supermercado. Pero teniendo en cuenta que este plato tiene como protagonista la carne, merece la pena valorar si realmente estas elaboradas de forma industrial van a tener una calidad tan buena como las hechas por nosotros mismos en casa. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado un detallado análisis sensorial, nutricional y gastronómico de varias albóndigas refrigeradas que se pueden encontrar en los principales supermercados de nuestro país para encontrar las mejores. En este artículo te contaremos qué aspectos fueron valorados y qué marcas son las que mejores resultados han obtenido.
2Influencia de otros ingredientes además de carne
Desde la OCU informaron que los niveles de grasas en las albóndigas analizadas se mantienen dentro de los márgenes esperables para un producto cárnico procesado de estas características. Sin ninguna variante que destaque positiva o negativamente en este aspecto. Sin embargo, en cuanto al contenido en hidratos de carbono, sí que se aprecian diferencias sustanciales entre unas marcas y otras. Esto se debe sobre todo a la presencia en mayor o menor proporción de ingredientes como patata, arroz, pan o similares. Así, las albóndigas con patatas o pilaf destacan en hidratos, mientras que otras como las tradicionales sin agregados extra añadidos se quedan en niveles muy bajos de azúcares y almidones.