¿Te ha pasado alguna vez que has horneado un bizcocho con mucha ilusión, pero al final sale duro, crudo o poco esponjoso? Es totalmente decepcionante, pero no te preocupes, tenemos la solución a tu problema.
En este artículo te enseñaremos los mejores trucos para conseguir un bizcocho perfectamente esponjoso y delicioso. ¡Empecemos!
8El horneado
Cuando horneas un bizcocho, es importante conocer tu horno y saber cómo se comporta a la hora de hornear. Es recomendable precalentarlo antes de empezar a hornear para que tenga la temperatura adecuada. La temperatura de horneado del bizcocho puede variar, pero normalmente se encuentra entre los 170 °C y los 180 °C, a menos que la receta especifique lo contrario.
Es importante colocar la bandeja en el centro del horno y utilizar calor abajo y arriba para que el bizcocho se hornee de manera uniforme. Si tu horno tiende a dar más calor por arriba y los bizcochos suelen quemarse, puedes cubrir la parte superior del bizcocho con papel aluminio para evitar que el calor directo lo queme. Por otro lado, si el horno da más calor por abajo, es recomendable colocar una bandeja en el suelo del horno para que la base no se queme.