¿Te ha pasado alguna vez que has horneado un bizcocho con mucha ilusión, pero al final sale duro, crudo o poco esponjoso? Es totalmente decepcionante, pero no te preocupes, tenemos la solución a tu problema.
En este artículo te enseñaremos los mejores trucos para conseguir un bizcocho perfectamente esponjoso y delicioso. ¡Empecemos!
7Los líquidos
Para preparar un bizcocho es indispensable que agregues líquidos a la mezcla. Sin embargo, debes tener en cuenta que, al añadir mermeladas o miel, la cantidad de líquido variará. Lo mismo sucede si decides incorporar frutas, ya que debes triturarlas y restar la cantidad de líquido que aporten a los ingredientes líquidos de la receta. En general, el líquido es el último ingrediente que se agrega a la mezcla, y debe estar tibio.
Te damos un tip para asegurar la esponjosidad de tu plato: sustituye la leche por buttermilk. Si no encuentras buttermilk en la tienda, puedes prepararlo fácilmente mezclando 250 ml de leche entera o crema con 30 ml de jugo de limón y dejar reposar la mezcla durante 15 minutos.