Las patatas fritas son un plato clásico y apreciado en muchas culturas alrededor del mundo. Ya sea como acompañamiento de una hamburguesa, como tentempié o como guarnición, las patatas fritas siempre han sido un favorito entre jóvenes y mayores. Sin embargo, lograr que las patatas congeladas queden tan crujientes y deliciosas como las naturales puede ser todo un desafío. En este extenso texto, exploraremos el truco para freír patatas congeladas y que queden como las naturales, sus orígenes, historia, una receta paso a paso, variaciones, maridaje y acompañamientos.
4Pasos a Seguir:
- Calentar el aceite: Si estás utilizando una freidora, llénala con suficiente aceite para cubrir las patatas. Si estás usando una sartén, vierte suficiente aceite para que tenga una profundidad de al menos 2-3 centímetros. Calienta el aceite a una temperatura de aproximadamente 175-180°C (350-360°F).
- Secar las patatas: Antes de freír las patatas congeladas, asegúrate de secarlas bien con papel absorbente. La humedad en las patatas congeladas puede causar que el aceite salpique y que las patatas no queden crujientes.
- Freír en puñados pequeños: Es importante no sobrecargar la freidora o la sartén con demasiadas patatas congeladas a la vez, ya que esto puede reducir la temperatura del aceite y hacer que las patatas se cocinen de manera desigual. Freír en puñados pequeños garantiza que las patatas queden crujientes y doradas por fuera y tiernas por dentro.
- No revolver constantemente: Aunque puede ser tentador revolver las patatas constantemente mientras se están friendo, esto puede interferir con el proceso de dorado y hacer que las patatas pierdan su textura crujiente. En su lugar, déjalas cocinar en el aceite caliente durante unos minutos antes de voltearlas.
- Escurrir y salpimentar: Una vez que las patatas estén doradas y crujientes, retíralas del aceite con una espumadera y colócalas sobre papel absorbente para que escurran el exceso de grasa. Espolvoréalas con sal mientras aún estén calientes para realzar su sabor.
Siguiendo estos sencillos pasos, podrás lograr que las patatas congeladas queden tan deliciosas como las naturales, con una textura crujiente por fuera y tierna por dentro.