Aunque Disney ya existía, en su apogeo, Arnold Schwarzenegger brillaba en Hollywood como una de las estrellas más grandes. A pesar de recibir numerosas ofertas, no todas las aceptó, y hay una en particular que lamenta haber rechazado. Se trata de una película de acción de los años 90, que finalmente fue protagonizada por Nicolas Cage, y que se convirtió en un clásico del género.
2El ícono de la época dorada del cine de acción
Arnold Schwarzenegger, conocido por su imponente físico, carisma y memorable carrera en el cine de acción, dominó la pantalla plateada durante lo que se ha conocido como la «época dorada» del género. Nacido en Austria en 1947, Schwarzenegger se convirtió en un ícono del cine, dejando una huella indeleble en la cultura popular.
La época dorada del cine de acción, especialmente en los años 80 y 90, fue testigo del ascenso de Schwarzenegger como una de las estrellas más grandes y reconocibles de Hollywood. Con películas llenas de explosiones, combates cuerpo a cuerpo y frases icónicas, el actor se ganó un lugar destacado en la historia del cine de acción.
Su primera gran oportunidad llegó con «Conan el Bárbaro» en 1982, donde interpretó al legendario guerrero bárbaro. Esta película no solo mostró la presencia física de Schwarzenegger, sino también su capacidad para llevar a cabo secuencias de acción intensas y cautivadoras. El éxito de «Conan» allanó el camino para una serie de películas de acción que lo catapultaron a la fama.
Pero fue su papel como el ciborg letal en «Terminator» (1984), dirigida por James Cameron, lo que lo llevó al estrellato definitivo. La frase «I’ll be back» se convirtió en un lema no solo para Schwarzenegger, sino también para la cultura popular en general. La película no solo fue un éxito de taquilla, sino que también se ganó el reconocimiento crítico y se convirtió en una de las franquicias más exitosas de la historia del cine.
Schwarzenegger continuó dominando la taquilla con una serie de éxitos de acción, incluidos «Commando» (1985), «Predator» (1987) y «Total Recall» (1990). Sus películas eran sinónimo de entretenimiento puro y adrenalina, atrayendo a audiencias de todas partes del mundo.
Sin embargo, más allá de su presencia en la pantalla, Schwarzenegger también se destacó por su dedicación al fitness y la musculación. Antes de su carrera en el cine, era conocido como uno de los mejores fisicoculturistas del mundo, ganando el título de Mr. Olympia en múltiples ocasiones. Su físico imponente se convirtió en su sello distintivo y contribuyó en gran medida a su éxito en Hollywood.
A medida que avanzaba la década de 1990, Schwarzenegger continuó protagonizando películas de acción de alto perfil como «Terminator 2: Judgment Day» (1991) y «True Lies» (1994), consolidando aún más su estatus como una de las estrellas más grandes de la industria.
Sin embargo, como todas las carreras, la época dorada de Schwarzenegger en el cine de acción llegó a su fin. A medida que el público cambió sus preferencias y los gustos cinematográficos evolucionaron, el género de acción comenzó a perder su prominencia. Schwarzenegger incursionó en otros géneros y se aventuró en la política, convirtiéndose en el gobernador de California en 2003.
A pesar de esto, su legado en el cine de acción perdura hasta el día de hoy. Sus películas siguen siendo aclamadas por los fanáticos del género y su impacto en la cultura popular sigue siendo innegable. Arnold Schwarzenegger, el hombre que pasó de ser un fisicoculturista a un ícono del cine de acción, dejó una marca indeleble en la historia del entretenimiento.