Los snacks o aperitivos forman parte habitual de nuestra dieta. Son prácticos, rápidos y, todo hay que decirlo, deliciosos. Sin embargo, lo cierto es que la mayoría distan mucho de ser saludables. Así lo revela un reciente análisis de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) que pone en evidencia lo poco nutritivos que son la gran mayoría de snacks que podemos encontrar en los supermercados. La OCU ha examinado en detalle la composición y el etiquetado nutricional de 202 snacks salados diferentes. Su conclusión es que solo dos de ellos merecen el calificativo de «saludables». Es decir, menos del 1% superan el corte. El resto presentan importantes carencias nutricionales, así como un elevado contenido en sal, azúcares, grasas poco recomendables y multitud de aditivos. En este artículo veremos cuáles son los principales escollos nutricionales de estos omnipresentes aperitivos.
6El tono condescendiente de algunos fabricantes
Uno de los reproches de la OCU va dirigido precisamente al tono paternalista y autoritario que adoptan muchos fabricantes de snacks. Se permiten el lujo de decirle al consumidor cuándo y cómo tiene que comer sus productos cuando en realidad son todo lo contrario a saludables y deberían evitarse siempre que sea posible. Es el caso de los fabricantes que recomiendan tomar sus snacks solo a media mañana o media tarde «para no perder energía». Una recomendación absurda teniendo en cuenta lo poco nutritivos que son sus productos y que prácticamente solo aportan calorías vacías carentes de nutrientes.