La obsesión por controlar la contaminación en Madrid ha llevado a la Dirección General de Tráfico (DGT) y al Ayuntamiento a tomar medidas controvertidas. La última, autorizar a la Policía Municipal para hacer pruebas aleatorias de gases a vehículos que tienen la ITV en regla, con multas de hasta 3.000 euros para los que no pasen el improvisado examen. El consistorio madrileño se ha provisto de tres dispositivos portátiles capaces de analizar en pocos segundos las emisiones reales de coches de gasolina, diésel o GLP. El conductor tendrá que colaborar soplando con su vehículo por un tubo, como si de una prueba de alcoholemia se tratara. En este artículo te contaremos como es el nuevo sistema que puede generarte fuertes dolores de cabeza y de cartera.
5Obligados a pasar de nuevo la ITV
El principal agravio que ven los expertos consultados es la obligación de repetir y pagar una nueva ITV a los 30 días si no se supera la prueba de la Policía Municipal. Una ITV que, recordemos, estaba en vigor tras haber pasado las comprobaciones pertinentes hace relativamente poco tiempo. Todo ello bajo amenaza de fuertes multas, lo que ha generado quejas entre las asociaciones de conductores. De hecho, estas consideran la medida irregular y excesiva, por lo que ya han anunciado que la estudiarán en detalle de cara a un posible recurso legal. Entienden, además, que se trata de una especie de afán recaudatorio encubierto más que de un interés real en mejorar la calidad del aire. Por su parte, el Ayuntamiento defiende la proporcionalidad de la iniciativa como una vía más de control y concienciación en materia de emisiones contaminantes del tráfico rodado en la capital.