La obsesión por controlar la contaminación en Madrid ha llevado a la Dirección General de Tráfico (DGT) y al Ayuntamiento a tomar medidas controvertidas. La última, autorizar a la Policía Municipal para hacer pruebas aleatorias de gases a vehículos que tienen la ITV en regla, con multas de hasta 3.000 euros para los que no pasen el improvisado examen. El consistorio madrileño se ha provisto de tres dispositivos portátiles capaces de analizar en pocos segundos las emisiones reales de coches de gasolina, diésel o GLP. El conductor tendrá que colaborar soplando con su vehículo por un tubo, como si de una prueba de alcoholemia se tratara. En este artículo te contaremos como es el nuevo sistema que puede generarte fuertes dolores de cabeza y de cartera.
3Emisiones ya controladas en la ITV
Lo cierto es que esta medida ha generado bastante controversia. Para empezar porque en la ITV los vehículos ya pasan una rigurosa prueba de gases con límites de emisiones muy estrictos. Cumplirlos es indispensable para superar la inspección. Por tanto, algunos expertos consideran redundante y casi abusivo hacer una «segunda ITV» aleatoria a coches que tienen esa inspección al día, sometiéndoles además a fuertes sanciones.