La Unión Europea está impulsando una tendencia al alza de los límites de velocidad en autopistas y autovías, una medida que choca frontalmente con la política de la Dirección General de Tráfico (DGT) en nuestro país. Varios países comunitarios ya han aprobado o están valorando permitir circular a 150 km/h e incluso sin límite, argumentando la seguridad de los vehículos actuales. España se resiste de momento a elevar el tope de 120 km/h, pero Bruselas ya ha demostrado en otras ocasiones que sus directrices acaban imponiéndose sobre la voluntad nacional. ¿Estamos ante un nuevo pulso en el que la DGT se verá forzada a transigir?
3Alemania, sin límite de velocidad en muchas autopistas
El ejemplo por antonomasia. Las míticas autopistas alemanas no tienen ningún tipo de restricción de velocidad en gran parte de su red. Solo cuando las circunstancias lo requieran se establece un límite temporal, generalmente de 130 km/h. Aunque no exista un máximo genérico, en caso de provocar un accidente circulando a velocidades muy elevadas se considera infracción grave e implica severas sanciones económicas y penales. Por ejemplo, superar en 60 km/h el límite impuesto supone una multa mínima de 800 euros y un mes sin carné.