La palabra “resiliencia” hace mucho tiempo que comenzó a formar parte del discurso cotidiano. Se puso de moda y cada vez más personas detectan sus comportamientos resilientes e intentan cultivarlos para afrontar y superar mejor las adversidades de la vida. Estefanía Cárcel, psicóloga experta del centro de psicología Calma Al Mar habla, a continuación, acerca de este término y por qué cada vez más psicólogos buscan potenciar la resiliencia con sus pacientes.
¿Qué significa exactamente ser resiliente y por qué es importante en la terapia?
Se puede decir que la resiliencia es la capacidad que tiene el ser humano de adaptarse y recuperarse de situaciones adversas o estresantes. En psicología clínica, este término es fundamental porque ayuda a entender la razón de que algunas personas puedan superar obstáculos y traumas mientras que otras luchan más y finalmente no lo logran desarrollando problemas de salud mental. La resiliencia se puede potenciar gracias a las herramientas que se aprenden a lo largo de la terapia, y puede ser un factor clave en el proceso de recuperación psicológica.
¿Cómo se aborda la resiliencia en el trabajo con pacientes?
Se puede trabajar la resiliencia de varias maneras en una consulta de psicología. En primer lugar, los psicólogos trabajan con los pacientes para identificar sus fortalezas personales y habilidades de afrontamiento. Les ayudan a reconocer sus propios recursos internos y les dan las claves sobre cómo utilizarlos. De ese modo, saben cómo superar esos desafíos.
Además, se fomenta la autocompasión y la autoaceptación. Esto implica ayudar a los pacientes a desarrollar una relación más amable y comprensiva consigo mismos, lo que, a menudo, desarrolla su gestión emocional y mejora la autoestima.
La reestructuración cognitiva también es importante. En Calma Al Mar han visto cómo la terapia cognitiva que llevan a cabo cambia la forma de pensar y de sentir de los pacientes. Estas personas aprenden a reinterpretar sus experiencias y a darles un significado más racional. Este punto también fortalece su capacidad para afrontar dificultades, ya que aprenden a pensar de una forma más realista y no de forma catastrófica.
¿Algún consejo para alguien que está pasando por un momento difícil y busca mejorar su resiliencia?
Primero, es importante recordar que la resiliencia se puede desarrollar gracias a la adquisición de conocimientos y habilidades. Para ello, lo primero que ha de hacer una persona es buscar apoyo emocional de los amigos, familiares y su círculo de confianza. Para situaciones más complejas la ayuda debe provenir de profesionales de la salud mental como somos los profesionales de la psicología. También se puede practicar la autorreflexión y la autorregulación emocional, si se sabe hacer. El hecho de establecer metas realistas y celebrar los logros también es una magnífica forma de verse como personas válidas y capaces de muchas cosas. Algo totalmente imprescindible es aprender a enfrentar los desafíos de forma proactiva, en lugar de evadirlos. Es muy difícil ser más resiliente si uno no se enfrenta a los problemas del día a día. Desarrollando la resiliencia se puede ayudar a los pacientes, no solo a superar sus dificultades, sino también a crecer y prosperar a pesar de ellas.