Las muelas del juicio, también conocidas como cordales, son las cuatro muelas que aparecen al final de la boca, generalmente entre los 17 y los 25 años; su nombre se debe a la creencia popular de que erupcionan cuando una persona alcanza la madurez; es decir, “el juicio” sin embargo, estas muelas son un vestigio de nuestro pasado evolutivo y no son tan necesarias como lo eran para nuestros ancestros.
A menudo, estas cordales pueden generar problemas de apiñamiento, dolor e incluso infecciones, lo que lleva a la pregunta: ¿por qué aún las tenemos? Para comprender la razón de su existencia, debemos remontarnos a la evolución del ser humano.
2Otros factores por los que se redujo el tamaño de la mandíbula: Endogamia
La endogamia es la reproducción entre individuos que comparten un ancestro común, lo que puede reducir la diversidad genética y aumentar el riesgo de enfermedades hereditarias; algunas poblaciones humanas han practicado la endogamia durante generaciones, lo que puede haber afectado el tamaño de su mandíbula y la presencia o ausencia de las muelas del juicio.
Se ha observado en poblaciones aisladas de la civilización de América del Sur y Australia que tienen una alta frecuencia de ausencia de los molares del juicio, lo que podría estar relacionado con su aislamiento geográfico y su endogamia histórica.
El tamaño de la mandíbula humana y la presencia de las muelas del juicio está determinado por varios factores genéticos y ambientales; sin embargo, algunos estudios han sugerido que la nutrición durante la infancia y la adolescencia puede influir en el crecimiento de la mandíbula y el desarrollo de los dientes, por lo que los factores ambientales y nutricionales pueden ser determinantes en el desarrollo de las muelas del juicio.