Las muelas del juicio, también conocidas como cordales, son las cuatro muelas que aparecen al final de la boca, generalmente entre los 17 y los 25 años; su nombre se debe a la creencia popular de que erupcionan cuando una persona alcanza la madurez; es decir, “el juicio” sin embargo, estas muelas son un vestigio de nuestro pasado evolutivo y no son tan necesarias como lo eran para nuestros ancestros.
A menudo, estas cordales pueden generar problemas de apiñamiento, dolor e incluso infecciones, lo que lleva a la pregunta: ¿por qué aún las tenemos? Para comprender la razón de su existencia, debemos remontarnos a la evolución del ser humano.
1La evolución de la mandíbula humana y la aparición de las muelas del juicio
Las muelas del juicio son vestigios de un pasado evolutivo en el que nuestros antepasados tenían mandíbulas más grandes y necesitaban dientes adicionales para masticar alimentos más duros y fibrosos; sin embargo, con el paso del tiempo la dieta humana se fue modificando y volviendo más suave, estos molares se volvieron innecesarias, pero su desarrollo todavía está programado en nuestro ADN.
La mandíbula humana a lo largo de los años ha evolucionado y ha experimentado numerosos cambios, a medida que los seres humanos comenzaron a cocinar y procesar los alimentos, la necesidad de una mandíbula tan fuerte se redujo; con el tiempo, la mandíbula humana se volvió más pequeña y compacta, lo que resultó en menos espacio para los dientes.