Muchos conductores, en un intento por ahorrar dinero ante el constante aumento del precio de la gasolina, han optado por conducir a bajas revoluciones del motor. Si bien esto puede generar un pequeño ahorro de combustible a corto plazo, mantener esta práctica puede causar graves daños y averías en el motor del coche. Conducir de forma prolongada a bajas RPM puede provocar un desgaste prematuro, sobrecalentamiento, pérdida de potencia e incluso daños completos del propulsor. En este artículo explicaremos en detalle por qué debes evitar manejar de esta forma si quieres preservar la salud mecánica y prolongar la vida útil del motor de tu auto.
7Soluciones: Conduce correctamente
Los expertos recomiendan estas pautas para alargar la vida del motor sin perjudicar las prestaciones ni el gasto:
- Respetar los límites óptimos de revoluciones
- Calentar prudentemente el propulsor antes de forzarlo
- No estirar mucho las marchas y realizar cambios suaves
- Evitar solo tramos urbanos, alternar también carretera
- Comprobar niveles de fluidos y correa de distribución
Por otro lado, según análisis realizados, forzar el motor en posiciones de par máximo consigue reducir el consumo, pero solo entre un 2-4%. Teniendo en cuenta posibles averías de cientos o miles de euros, ¿merece la pena tan escaso ahorro? Los expertos consideran que no y remarcan que el mayor gasto en carburante se compensa con una mejor salud del propulsor y, por tanto, mayor vida útil del coche. Hay que optimizar costes a largo plazo.