Es conocido que mientras más frescos estén los huevos al momento de comprarlos, mejor se aprovecharán y se disfrutará de una amplia variedad de platillos con la seguridad de no correr riesgo alguno tras su consumo; ahora bien, una vez en casa, ¿cómo podemos prolongar su durabilidad?, ¿cómo garantizar que se mantengan en buen estado?
Estas preguntas seguramente te las has formulado en más de una ocasión; y es que existen opiniones encontradas sobre la forma correcta de almacenar este alimento hasta el momento de su consumo. Si siempre has tenido dudas de si lo mejor es conservarlos en la nevera o fuera de ella, quédate y descubre qué es lo más recomendado y por qué.
4La importancia del cuidado en los cambios de temperatura
Seguramente, alguna vez has escuchado que no se puede someter a los huevos a cambios de temperatura, pero ¿sabes el porqué de esta recomendación? Es importante proteger los huevos de los cambios de temperatura por varias razones; entre ellas, evitas el daño a la cutícula. La cáscara tiene una capa fina y protectora llamada cutícula, y los cambios bruscos de temperatura pueden contraer y dilatarla, debilitándola y haciéndola más susceptible a la entrada de bacterias y otros patógenos.
Por otra parte, cuando los huevos se exponen a cambios bruscos de temperatura, se puede producir condensación en la superficie de la cáscara. Esta humedad facilita la proliferación de bacterias y hongos, lo que puede deteriorarlo y hacerlo inseguro para el consumo. Otra de las razones es la desnaturalización de proteínas, ya que las proteínas contenidas en este alimento son sensibles a la temperatura. Los cambios bruscos de temperatura pueden desnaturalizar estas proteínas, alterando la textura, sabor y valor nutricional del huevo.
