Cada vez que hablamos con ella nos sorprende, esta vez no podía ser menos. Carlota Boza es una de las actrices a las que hemos visto crecer en pantalla y ahora sigue luchando por tener su sitio en el mundo de la interpretación, aunque también participa en diversos programas de televisión, como ahora, que está concursando en ‘Bailando con las estrellas’.
Esta semana hablábamos con ella y nos confesaba, dejándonos muy sorprendidos, que conoce a Kiko Rivera y a su madre, Isabel Pantoja porque son muy fan de ‘La que se avecina’: «Sí y a su madre también, su hija se llama como yo Carlota, ven la que se avecina, son fans de la serie».
Tan buena relación tiene con ellos, que nos confesó que aprovechará cuando Isabel se mude a Madrid para verla: «Tenemos que quedar o algo, no somos así de amigos. Los conozco, pero sí, si quieren que les enseñe la capi bien, se la enseño. Madrid da mucha vida, todos los días hay plan».
Reconociendo que hace mucho que no habla con Victoria Federica, nos comentaba que «está por ahí viajando y haciendo cosas no para, cada una con sus cosas» y ante la pregunta de si ve a su amiga participando en un programa de baile como ella, nos desvelaba que «a Victoria no la veo, igual sí, y me sorprende, pero así de primeras no creo que de momento sea su ilusión estar en un programa como bailando con las estrellas».
Por otro lado, en cuando a su paso por el programa ‘Bailando con las estrellas’, Carlota no dudó en mandar un mensaje en forma de queja: «Los hombres siempre tienen que bailar mucho menos que las mujeres, en el caso del famoso parón, tienen que guiar a las bailarinas y casi ni las guían, a las chicas nos toca hacer miles de cosas y luego no nos evalúan por eso».
A pesar de todo lo sucedido con Ágatha Ruíz de la Prada en la primera gala, Carlota nos confesaba que «a mí me ha caído muy bien, igual la imagen que dio en la primera gala no fue buena pero cuando me tuve que despedir de ella me dio pena despedirme de ella, me da ternura, mira que es una mujer a la que admiro mucho, lleva muchos años en la industria de la moda, una mujer a la que se le respeta solo por el nombre. Cuando la fui a abrazar me dio penita».