Aparecer en los registros de morosidad puede dificultar el acceso a nuevos créditos y servicios. La ley establece que cualquier deuda vencida, exigible y no impugnada por encima de 50 euros puede motivar que un acreedor decida incluirte en estas bases de datos, previo aviso de requerimiento. No se necesitan grandes cifras impagas para verte perjudicado. En este artículo te explicaremos todo sobre la mecánica de estos polémicos ficheros, sus consecuencias, cómo salir de ellos en caso de estar inscrito y recomendaciones para evitarlo. ¡No te lo pierdas!
5Así puedes salir de los registros de morosidad
La forma más directa es liquidando la totalidad de la deuda con la empresa que reportó tu impago. Automáticamente, deben eliminarte del listado al comprobar el pago efectivo. Los plazos de exclusión suelen ser de unos 10 días tras saldar lo adeudado. También puedes contratar los servicios de abogados para intentar litigios que demuestren judicialmente algún error en tu inclusión, como que no era una obligación real, o ya estaba en discusión o pagada. Si el fallo final te da la razón, eliminan tu nombre. Pero debes estar muy seguro de poder probarlo. Finalmente, al cumplirse 5 años desde la fecha original de vencimiento del pago, deben excluir tus datos por ley al expirar el tiempo límite de validez. El problema es que mientras permanezcas registrado verás muy afectada tu vida financiera.
