No es raro que el principio del año venga con alguna subida de precio en los cines, pero lo que es una sorpresa es que una vez sea Yelmo, la franquicia que más suba los precios de ir a ver películas en la gran pantalla. Es además un momento que suele dar buenas señales de cómo se moverá la taquilla el resto del año, después de todo es el momento en el que llegan a la pantalla en España las cintas nominadas a los premios de la academia, y donde los españoles buscan ver algunas de las nominadas al Goya que han dejado pasar.
Para los españoles, esto se traduce en una entrada de 11,4 euros, al menos sin las promociones de tercera edad o de mitad de precio que los cines realizan por horario. Eso pone a Yelmo al menos un euro por encima del precio de sus competidores directos, y esta diferencia es aún mayor si se toma en cuenta el precio de la versión de lujo que de Palafox.
Lo cierto es que hay ciudades en las que, desde hace un tiempo, la empresa tiene las salas de cine más caras, entre ellas la capital, por lo que la nueva subida no es una sorpresa. A pesar de esto, la empresa sigue contando con mantener los buenos números de la taquilla del año pasado, que mantienen la recuperación después del traumático 2020, pero que aún no recuperan las esquivas cifras de 2019.
A esto se puede sumar que este será un año extraño en la taquilla. No se esperan grandes estrenos de algunas de las grandes marcas del cine este año, con varias de ellas en pausa al menos hasta 2025. Por tanto, un aumento de los precios puede generar un problema para que los espectadores se acerquen a descubrir cintas que no conocen.
En cuanto a sus competidores, algunos han hecho nuevas ofertas que pueden ser claves para atraer espectadores. Kinépolis ha sumado a sus salas de Ciudad de la Imagen una pantalla Imax y los cines locales de Madrid han empezado a llenar su programación de grandes estrenos, así como de opciones retro con ciclos de cine clásico. Son ideas que de momento Yelmo deja de lado.
OTRAS ESTRATEGIAS PARA USAR LAS PANTALLAS DE YELMO Y LOS DEMÁS CINES
Lo que sí han hecho en todas las franquicias de multiplex, incluyendo a Yelmo, es buscar otro tipo de usos para la pantalla grande. Desde alquiler del espacio para eventos de empresa, pasando por el uso de la pantalla para retransmisiones de conciertos o el alquiler de las mismas para sesiones de videojuegos, que por unos 200 euros permiten ver a Kratos o una partida de FIFA en pantalla gigante. Son estrategias que han permitido acercarse a las cifras pre pandémicas mientras la taquilla cubre los últimos pasos.
De hecho, un buen ejemplo de ello es que este mismo fin de semana la primera semifinal del Benidorm Fest será retransmitida en las salas de Yelmo, por el mismo precio de la entrada. Es una estrategia interesante tanto para el festival como del cine, que va en línea con lo que venían trabajando proyectos internacionales, como el caso de BTS, Metallica o Coldplay que han transmitido en vivo algún concierto de sus últimas giras. Mención aparte merece el caso de Taylor Swift, que tuvo uno de los mayores éxitos de taquilla de 2023 con la versión para el cine del ‘Eras Tour’.
Es buen momento para seguir de cerca estas estrategias. Dado que 2024 no será un año demasiado cargado de blockbusters, con la pausa de producción en Hollywood por las dos huelgas afectando las líneas de producción, un aumento de precios cuando Marvel, DC y Star Wars, están en pausa, y tras los malos números de este tipo de cintas en 2023, puede no ser la mejor idea para las salas de cine.
UN PRECIO QUE NO HA PERSEGUIDO SIEMPRE A LA INFLACIÓN
Vale señalar que las subidas de precio de las entradas de cine no han seguido el ritmo de otros productos similares como las entradas de los conciertos. Es cierto que otros productos dentro de los cines, como los servicios de alimentos y hostelería, han subido de precio mucho más rápido, por lo que es fácil suponer que las salas han buscado otras formas de sumar ingresos más allá de las entradas.
Es que hay que recordar que las entradas se reparten entre la productora, la distribuidora y las propias salas, por lo que siempre ha sido una buena idea que apuesten por otras formas de sumar ingresos. 2024 puede ser un año complicado para Yelmo y las demás empresas del sector, pero también pueden demostrar que su recuperación se sostiene y que pueden recuperar la fuerza que tenían en 2019.