El Gobierno sigue dispuesto al choque de trenes permanente con la comunidad internacional con tal de defender la posición del PSOE y Sumar sobre Palestina. Así lo ha hecho saber de nuevo el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, en declaraciones directa a la Cadena Ser, donde aseguraba que, aunque preferirían el consenso con el resto de la Unión Europea, España estaba dispuesta a dar un paso adelante y reconocer la soberanía del estado palestino.
Albares ha defendido que España es un «país soberano que toma decisiones soberanamente». «Sí, por supuesto. Nosotros tenemos las cosas muy claras. Dicho esto, lo que estamos haciendo en estos momentos, es mantener un diálogo con todos los socios de la Unión Europea», ha expresado el ministro tras la pregunta sobre si el Gobierno actual seguía comprometido con la causa palestina.
Lo cierto es que es una posición complicada de defender para el Gobierno. No es tanto que el resto de los países de la UE e incluso de la OTAN no puedan defender una «solución de dos estados», sino que hacerlo en este momento es reconocer a Hamás como el cuerpo gobernante de Palestina, grupo que desde que se recrudeció el conflicto el pasado 7 de octubre ha recordado que la única solución que ellos consideran viable es que haya un solo país desde «el río hasta el mar», es decir, que Israel abandone su territorio.
Por eso, incluso otros países que señalan como necesaria una «solución de dos estados», como Estados Unidos en el mandato de Joe Biden, no han querido hablar del reconocimiento. Es una posición complicada y aunque desde Europa haya motivos, tanto humanitarios como de interés económico, para que se reduzcan de nuevo las hostilidades con un largo cese al fuego, lo cierto es que no parece probable que esto ocurra pronto.
Al mismo tiempo que se apliquen sanciones más radicales a Israel, es complicado. El balance de medio oriente es, como siempre, delicado y en un momento en que naciones como Arabia Saudita o los Emiratos Árabes están haciendo acercamientos para normalizar relaciones con la nación judía, no parece lo más lógico entrar en un choque directo con una nación que aún bajo el controvertido gobierno de Benjamín Netanyahu sigue siendo uno de los pocos aliados políticos de occidente.
BORRELL TAMBIÉN INSISTE EN BUSCAR APOYOS EN EUROPA
Lo cierto es que más allá de las posiciones de Albares y el resto del Gobierno, es importante conseguir apoyos en Europa si se quieren aplicar medidas de este tipo. Así lo sabe El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y Vicepresidente de la CE, Josep Borrell.
No es casual que en el VIII Foro de la Unión por el Mediterráneo (UpM) en Barcelona, Borrell haya hecho un hincapié en que esta medida es necesaria, no solo por Palestina, sino también para normalizar la situación en Israel. Un enfoque que desde un principio se ha querido dar a la situación desde España. «Para superar la ideología de Hamás, los palestinos necesitan una buena idea de Estado basado en parámetros internacionales», ha añadido Borrell.
Afirmaba entonces «no se pueden silenciar las armas sin ofrecer una perspectiva» y ha pedido empezar a pensar en cómo abrir el proceso político hacia un Estado palestino. «Debemos implementar algunos marcos intelectuales y algunas piedras angulares del edificio que queremos construir juntos», ha defendido.
No es especialmente distinto a las declaraciones de Albares este lunes, donde además esperaba un cese a las hostilidades antes del próximo noviembre, cuando habrá elecciones en Estados Unidos.
«El reconocimiento del Estado palestino no es una bella idea filosófica, el objetivo central es buscar la paz. Un Estado palestino realista y viable está íntimamente entrelazado con la seguridad de Israel, porque tanto el pueblo palestino como el pueblo israelí tienen exactamente el mismo derecho a la paz, a la seguridad y a un Estado que convive con el otro y se reconozcan mutuamente», ha subrayado.
CUENTA DE ALBARES Y BORRELL ATRÁS PARA ENCONTRAR APOYOS
No es casual que Albares y Borrell vean noviembre como una fecha clave. Las próximas elecciones de Estados Unidos, donde Donald Trump es favorito para recuperar la presidencia, pueden complicar la situación para quienes creen en una situación de dos estados como un modelo viable.
El precandidato y exmandatario tuvo buenas relaciones con Netanyahu cuando vivió en la Casa Blanca e incluso acuso a Biden de financiar el ataque de Hamas, señalando que le preocupaba que sus impuestos «hayan ayudado a financiar estos ataques, que según varias informaciones provienen de la Administración Biden», en un comentario en redes sociales.
También es cierto que en su momento presentó su versión de una propuesta de paz para dos estados. Pero el plan ‘Paz a la prosperidad: una visión para mejorar la vida del pueblo palestino e Israel’, aunque este terminó siendo rechazado por los colonos de Cisjordania, los dos gobiernos de Palestina y varios países del mundo árabe. Irónicamente, la principal diferencia entre este plan y cualquier versión nueva sería sobre todo la delimitación del estado palestino en el mapa, aunque otros puntos como el cese de las hostilidades de Hamás y el reconocimiento mutuo tendrían que repetirse.
