Vuelve la mítica franquicia de ‘El príncipe de Persia’

Ha pasado más de una década desde el último juego de la saga Prince of Persia, El Príncipe de Persia, pero la sequía ya ha terminado. Desde este 18 de enero podremos disfrutar del videojuego.

Ubisoft ultimó su nueva entrega, The Lost Crown, de la que acaba de anunciar que ya es gold. Además, y tal y como os decíamos en sus primeras impresiones: «es el primer juegazo de 2024«.

El Príncipe de Persia: The Last of Crown, el primer juegazo de 2024

En 1989 se lanzó el primer videojuego de Prince of Persia, el cual desde ese momento marcó un antes y un después en la industria de los juegos de video. Abordaba las aventuras de un príncipe en un escenario inspirado en el Medio Oriente y con claras referencias a clásicos de la literatura como Las mil y una noches y Las aventuras de Robin Hood.

Desde entonces, cada juego de El Príncipe de Persia en los años siguientes marcó un momento de innovación en los que la historia se ha mantenido entre vencer al villano, rescatar a la princesa, evitar las trampas mortales de los diferentes niveles, conseguir armas y objetos de valor en su recorrido.

Hablamos de una metroidvania, un género con una larga trayectoria pero que ha vivido una explosión en la historia reciente y que a menudo combina la aventura y acción con las plataformas en dos dimensiones. Una característica importante también es que todo ocurre dentro de un mundo gigante no lineal, interconectado y lleno de secretos.

Es un juego de aventuras, acción, plataformas con puzzles, momentos roleros, jefes finales, parrys y tanto entretenimiento que hace que el jugador se olvide de las 2D si es que en algún momento le han echado para atrás. Nos adentramos en un gigantesco mapa que recorreremos a izquierda, derecha y saltando arriba y abajo.

Sargon, el protagonista del nuevo El Príncipe de Persia

Aquí el jugador tendrá que conseguir nuevas herramientas y habilidades para desbloquear caminos inicialmente inaccesibles. El nuevo título bebe del imaginario de la saga para crear su ambientación, con mucha influencia de la mitología persa, presencia de magia y otros elementos fantásticos. Además, el tiempo vuelve a jugar un papel importante.

El avatar del jugador dispondrá de mucha movilidad y widgets para sobrevivir en el entorno, y de armas y poderes para hacer frente a los enemigos que quieren detenerle.

El príncipe de Persia: The Lost Crown, cuyo personaje principal es Sargon, quien hace parte del grupo de Los Inmortales, que son unos guerreros persas. Es un héroe que deberá enfrentar una gran aventura de acción y batallas a lo largo de diferentes niveles.

En el videojuego, el objetivo principal de Sargon es rescatar al príncipe Ghassan, quien permanece secuestrado en la mística Montaña Qaf. Son cerca de 65 enemigos distintos, 9 jefes finales y diversos premios son los que conseguirán los jugadores en esta aventura.

Los ataques de Sargon generan Athra y disponemos de una barra de medida que cuando está llena nos ofrece habilidades especiales para el combate, como por ejemplo golpes extraordinariamente poderosos. A medida que vayamos explorando todos los lugares del mapa encontraremos tesoros, objetos y zonas inaccesibles que solo podremos alcanzar disponiendo de habilidades especiales.

Sargon descubre la traición de uno de los guerreros más importantes

Por si todo esto fuera poco, Sargon descubre la traición de uno de los guerreros más importantes de Los Inmortales, pero el grupo se pone en su contra, desconfiando de sus intenciones. El objetivo principal del periplo que tendrás que afrontar es rescatar a Ghassan, pero en ese viaje debes entender qué está sucediendo con el resto de problemas. Una historia interesante, bien llevada, que mantiene el interés con el paso de las horas y tiene varias sorpresas.

Durante el transcurso del viaje te encontrarás en muchas ocasiones con lugares a los que no puedes acceder. Estamos ante un videojuego con toque metroidvania, así que te tocará esperar y volver más tarde, pero el título tiene una función de calidad de vida que es fantástica.