¿Es más rentable mantener la calefacción encendida constantemente a un nivel mínimo o apagarla y encenderla según las necesidades? Abordar la eficiencia energética en el hogar se convierte en un dilema recurrente durante los meses más fríos del año. La gestión de los hábitos de consumo en relación con la calefacción no solo afecta el confort térmico del hogar, sino que también incide directamente en la factura energética. En esta exploración, examinaremos las perspectivas y recomendaciones para determinar si la estrategia óptima es mantener una temperatura constante o adoptar un enfoque más dinámico de encendido y apagado.
3Encendido selectivo: eficiencia en tiempo real
Siguiendo las recomendaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) del Gobierno, la estrategia de encendido selectivo emerge como una alternativa eficiente y actualizada para la gestión de la calefacción. La premisa fundamental es ajustar el encendido de este sistema al horario real de ocupación de las viviendas, desestimando la idea de mantenerla constantemente activa. Apagarla durante las noches, donde una temperatura de 15-17 grados es suficiente para garantizar un descanso placentero, y encenderla unos minutos antes de despertar se revela como una práctica «mucho más eficiente».
Asimismo, el apagado previo a abandonar la casa y su posterior encendido antes de regresar, especialmente si se cuenta con un termostato inteligente, permite aprovechar al máximo la energía generada, maximizando la eficacia del sistema y contribuyendo al ahorro energético. Esta perspectiva de encendido selectivo no solo busca optimizar la comodidad, sino también garantizar una gestión responsable de los recursos y costos asociados a la climatización del hogar.