¿Qué son las migrañas?
Las migrañas son un tipo de dolor de cabeza recurrente de intensidad y frecuencia variables, pero que cuando se presentan, son por lo general, invalidantes. Varían también en su localización y características, aunque la presentación más clásica es la que afecta a un lado de la cabeza y es pulsátil.
A menudo, este cuadro está acompañado de otros síntomas como náuseas, vómitos, debilidad y sensibilidad tanto a la luz como a los ruidos.
¿Quiénes tienen más posibilidades de sufrir migrañas?
Estos cuadros afectan a alrededor del 14 % de la población. Si bien se pueden dar en cualquier persona, resultan más frecuentes en mujeres y en personas con antecedentes familiares de esta patología, ya que según indican distintas investigaciones, hay personas que están predispuestas genéticamente a este problema. También hay factores desencadenantes como estrés, ansiedad, cambios hormonales y el consumo de determinados alimentos.
En el caso de las mujeres, es frecuente que se presente en la fase perimenstrual o premenstrual junto con otros síntomas como antojos de comida, cambios de humor y retención de líquidos. Algunos pacientes experimentan una fase llamada aura, en la que se presentan algunos fenómenos neurológicos como hormigueo en la cara o en un brazo o si son visuales, viendo luces intermitentes, brillantes o zigzagueantes. Esto puede ser antes o durante el dolor de cabeza.
¿Cómo se tratan las migrañas?
El tratamiento convencional utiliza distintos tipos de fármacos unos dirigidos al tratamiento de las crisis y otros como preventivos.
En el primer caso, se utilizan analgésicos, antiinflamatorios, derivados de la ergotamina, triptanes, algún antihipertensivo e incluso antiepilépticos.
El tratamiento preventivo está basado en el uso de fármacos como los betabloqueantes, calcioantagonistas, neuromoduladores, antidepresivos, y las infiltraciones de toxina botulínica.
El último aporte terapéutico se basa en el uso de anticuerpos monoclonales contra el péptido regulador del gen de la calcitonina (CGRP), una substancia que interviene en la transmisión del dolor y que queda así bloqueada. Estos tratamientos se aplican en el ámbito hospitalario vía subcutánea o endovenosa cada mes o tres meses. Pero, entonces, ¿por qué no se curan las migrañas con los tratamientos convencionales?
Efectivamente, a pesar de las mejoras que puedan suponer los avances farmacológicos descritos, la triste realidad es que esos medicamentos “no curan” y el paciente sigue condenado a medicarse de por vida con lo que ello supone de riesgos para su salud, debido a los efectos adversos de los medicamentos y de sobrecarga y aumento de costes del sistema sanitario.
En realidad, es un fallo de concepto. Luchar contra la migraña, sin tener en cuenta la totalidad de la persona que la padece y por muy sofisticados que sean los medicamentos utilizados, está condenado al fracaso. Es como querer arreglar una bombilla que se funde sin tener en cuenta el circuito eléctrico que se sobrecalienta.
Es decir, si se quiere curar, hay que considerar la migraña como la expresión de una alteración general del organismo (por eso se presenta una y otra vez) y enfocarse en restaurar el buen funcionamiento del mismo para que la cabeza deje de doler.
Corregir los desequilibrios que causan las migrañas
En Barcelona, gracias a los especialistas del Instituto de Medicina Integrativa Dres. Dallarés & Villar es posible acceder al diagnóstico y tratamiento personalizados para ayudar a las personas que sufren esta enfermedad.
Sus tratamientos resultan exitosos porque no se centran en “luchar contra” la migraña, sino en comprender y corregir las alteraciones que la producen.
Es decir, es un tratamiento sistémico que va a la raíz del problema y no solo a tratar el síntoma. Se puede decir que no se trata la migraña si no al “migrañoso”.
Con ello se consigue, no solo la desaparición de las migrañas, sino también una mejora en otros aspectos de la salud que pudieran estar alterados.
¿En qué consiste el tratamiento?
En líneas generales, la primera medida que toman estos médicos es hacer un diagnóstico que requiere una historia clínica completa junto con una exploración física general, control de constantes etc. Además, dependiendo de las características del caso, se pueden emplear métodos como un chequeo funcional, test de intolerancia alimentaria, test kinesiológico etc., entre otras opciones.
Una vez obtenido el diagnóstico, se procede con el tratamiento, que siempre es individualizado. Para ello, los especialistas de Instituto de Medicina Integrativa Dres. Dallarés y Villar cuentan con una amplia variedad de recursos terapéuticos. Por ejemplo, estos expertos emplean medicamentos naturales de eficacia probada, técnicas manuales de desbloqueo craneal y tecnologías innovadoras en el tratamiento del dolor como la Neuroestimulación adaptativa o la Terapia físico-vascular.
Aseguran que es un tratamiento asequible, cómodo, eficaz y seguro. Dependiendo de la complejidad del caso serán necesarias varias visitas hasta conseguir la desaparición de las crisis y la mejora general del paciente.