¿Con qué frecuencia te duchas y, cómo lo haces? Aunque no lo creas, es posible que lleves duchándote mal toda la vida y que desconozcas las razones por las cuales lo estás haciendo mal.
Hay quienes prefieren tomar una ducha en la mañana, otros en la noche, e incluso, hay quienes toman ambas, pero más allá de la frecuencia, la técnica, cuando de acabar duchándote se trata, importa, y así como es importante conocer bien la técnica del cepillado dental, la de higienizar tu piel también es necesaria. Descubre la razón por la que puedes estar haciendo un daño en lugar de un bien.
7En definitiva, ¿es mejor ducharte sin esponja?
Las opiniones son encontradas, pero los especialistas coinciden en que lo mejor es dejar las esponjas de baño de lado; y, aunque son un excelente accesorio para limpiarte la piel, también pueden ser un caldo de cultivo para las bacterias y los hongos. Por eso es importante higienizarlas correctamente para evitar la propagación de enfermedades.
- Si eres de los que se niega a dejar la esponja de baño y no te imaginas duchándote sin ella, aquí hay algunos consejos para higienizar tu esponja de baño:
- Enjuágala con agua caliente después de cada uso. Esto ayudará a eliminar la suciedad y los residuos de jabón.
- Una vez a la semana, sumérgela en una solución de agua y lejía. La proporción recomendada es de una parte de lejía por diez partes de agua. Deja la esponja en remojo durante 5 minutos, luego enjuágala bien con agua caliente.
- También puedes hervir la esponja durante 5 minutos. Esto matará todas las bacterias y hongos.
- Deja que la esponja se seque completamente al aire libre. No la dejes colgada en la ducha, ya que la humedad la mantendrá húmeda y favorecerá el crecimiento de bacterias.
Además, cambia tu esponja de baño cada tres meses, o antes si se ve desgastada o deteriorada.