¿Con qué frecuencia te duchas y, cómo lo haces? Aunque no lo creas, es posible que lleves duchándote mal toda la vida y que desconozcas las razones por las cuales lo estás haciendo mal.
Hay quienes prefieren tomar una ducha en la mañana, otros en la noche, e incluso, hay quienes toman ambas, pero más allá de la frecuencia, la técnica, cuando de acabar duchándote se trata, importa, y así como es importante conocer bien la técnica del cepillado dental, la de higienizar tu piel también es necesaria. Descubre la razón por la que puedes estar haciendo un daño en lugar de un bien.
4Desventajas cuando terminas duchándote con esponja
Como cualquier otra práctica, si terminas duchándote siempre con esponja, disfrutas de algunos beneficios, pero también te expones a algunos riesgos que es mejor evitar. La esponja puede ser un nido de bacterias, pues, si no se lava correctamente, puede incluso llegar a transmitir infecciones.
El frotamiento con la esponja puede irritar la piel, especialmente si la piel es sensible. Para reducir el riesgo de infección, es importante lavar la esponja con regularidad. Puedes lavarla a mano con jabón y agua caliente, o meterla en la lavadora en un ciclo de agua caliente. También debes cambiar la esponja cada dos o tres meses.