¿Con qué frecuencia te duchas y, cómo lo haces? Aunque no lo creas, es posible que lleves duchándote mal toda la vida y que desconozcas las razones por las cuales lo estás haciendo mal.
Hay quienes prefieren tomar una ducha en la mañana, otros en la noche, e incluso, hay quienes toman ambas, pero más allá de la frecuencia, la técnica, cuando de acabar duchándote se trata, importa, y así como es importante conocer bien la técnica del cepillado dental, la de higienizar tu piel también es necesaria. Descubre la razón por la que puedes estar haciendo un daño en lugar de un bien.
1La frecuencia de las duchas, uno de los debates más frecuentes
La frecuencia con la que debemos ducharnos es uno de los debates más frecuentes en torno a la higiene personal. Por un lado, hay quienes consideran que ducharse todos los días es esencial para mantener una buena higiene y evitar la acumulación de suciedad, bacterias y olores.
Por otro lado, hay quienes creen que ducharse con demasiada frecuencia puede ser perjudicial para la piel, ya que puede eliminar los aceites naturales que la protegen. La respuesta a esta pregunta no es sencilla, ya que depende de una serie de factores, como el tipo de piel, el clima, el nivel de actividad física y las preferencias personales.
En general, los expertos recomiendan ducharse una vez al día para la mayoría de las personas. Sin embargo, si tienes la piel seca o sensible, es posible que quieras ducharte con menos frecuencia, o utilizar un jabón suave y sin perfume. Si haces ejercicio regularmente, es probable que necesites ducharte dos veces al día, o al menos una vez al día si te duchas con agua fría. ¿Qué tanto terminas duchándote?