En un mundo donde el deporte es espejo de nuestra sociedad y reflejo de la diversidad corporal, ha emergido una disciplina que demuestra que la actividad física no entiende de tipos de cuerpos ni de edades. Nos referimos al ‘pickleball’, un deporte que muchos aún no conocen, pero que se está convirtiendo en una alternativa ideal para aquellos que buscan una opción inclusiva y adaptable. Mientras el pádel ha sido el rey indiscutible de las pistas urbanas durante años, el pickleball viene pisando fuerte y prometiendo ser una opción aún más accesible y divertida.
Pero, ¿qué es exactamente el ‘pickleball’? Suena a una mezcla curiosa, quizás hasta cómica, pero detrás de su nombre se esconde un deporte que combina elementos del tenis, bádminton y tenis de mesa. Nacido en la década de 1960 en los Estados Unidos, esta disciplina ha cruzado fronteras y poco a poco ha comenzado a cautivar a deportistas de todas las edades en distintos países, incluida España.
Vayamos más allá del nombre y exploremos las cualidades que están llevando al ‘pickleball’ a ser considerado por muchos como superior al pádel, especialmente en términos de su adaptabilidad para diferentes tipos de cuerpos.
¿QUÉ ES EL PICKLEBALL Y CÓMO SE JUEGA?
El pickleball surgió en el año 1965 en la Isla Bainbridge, cerca de Seattle, Washington. Se creó como una alternativa familiar para pasar el tiempo, pero rápidamente se convirtió en un juego con reglas propias y una pequeña comunidad de seguidores. Se juega en una cancha similar a la del bádminton, con una red bajada al estilo del tenis y con una paleta parecida a la del tenis de mesa pero ligeramente más grande. El balón es similar al de wiffle, con agujeros, y el juego requiere menos movilidad que el pádel, lo que lo hace ideal para un abanico más amplio de edades y tipos de cuerpo.
La mecánica de juego es sencilla: se puede jugar en individuales o dobles, y el objetivo es sumar puntos haciendo que la pelota sobrepase la red y caiga en la zona válida del campo contrario, imposibilitando al rival devolverla correctamente. Hay una zona conocida como ‘la cocina’ o ‘no-volley zone’ donde los jugadores no pueden golpear la pelota en el aire antes de que rebote, lo que añade una táctica y estrategia distintiva al juego. Esta característica permite un juego más pausado y menos físico que el pádel, facilitando la inclusión de jugadores con diferentes capacidades físicas.
BENEFICIOS DEL PICKLEBALL PARA TODOS LOS CUERPOS
Uno de los principales atractivos del pickleball es su bajo impacto, lo que lo hace menos exigente para las articulaciones en comparación con otros deportes de raqueta. Esto lo convierte en una opción idónea para personas con sobrepeso, mayores, o aquellos que están en rehabilitación y necesitan una actividad de menor intensidad. Además, el tamaño reducido de la cancha y la menor necesidad de correr reduce el riesgo de lesiones, lo que invita a más personas a probar y disfrutar del deporte sin temor a dañarse.
El aspecto social también es significativo. Las dimensiones de la cancha facilitan la comunicación entre jugadores, promoviendo la interacción y la creación de una comunidad inclusiva que trasciende las barreras de la edad y el rendimiento físico. Asimismo, el pickleball mejora la coordinación, el equilibrio y la agilidad, beneficios que son cruciales a cualquier edad. No obstante, es importante recalcar que, a pesar de su accesibilidad, el pickleball puede ser tan competitivo como se desee, y hay torneos y ligas para aquellos que buscan un desafío mayor.
COMPARATIVA: PICKLEBALL VERSUS PÁDEL
Si bien el pádel ha disfrutado de una popularidad notable en España, el pickleball podría estar ganando terreno por varias razones. En términos de espacio, las canchas de pickleball son más pequeñas y más fáciles de construir, lo que podría facilitar una rápida expansión. Además, el menor rango de movimiento necesario y la regla de ‘la cocina’ hacen que el juego sea más accesible y menos intimidante para los principiantes, algo que no siempre sucede con el pádel, que requiere una mayor condición física y habilidad.
En el ámbito económico, el equipo de pickleball tiende a ser más asequible que el de pádel. Las paletas y pelotas son más baratas y la durabilidad del equipo significa una inversión inicial menor y un mantenimiento más económico a largo plazo. Por otro lado, el pádel puede llegar a ser más exigente en cuanto a la técnica y la estrategia, y aunque ello supone un atractivo para algunos jugadores, es precisamente esa complejidad la que puede actuar como barrera para otros.
Finalmente, el pickleball tiene el potencial de convertirse en un deporte emblemático de la inclusión y la diversión en el ámbito deportivo. Con valores que van más allá de la competición, esta disciplina quieta, pero revolucionaria apunta a establecerse como favorita en un público diverso que busca mantenerse activo, socializar y, sobre todo, disfrutar del deporte sin las exigencias físicas clásicas que no todos están dispuestos o pueden asumir. Y es que, al final del día, lo que buscamos en el deporte suele ser esa conexión con los demás y con nosotros mismos que el ‘pickleball’ parece prometer y cumplir con creces.
LA EXPANSIÓN GLOBAL DEL PICKLEBALL
La propagación del ‘pickleball’ a nivel mundial es un fenómeno digno de mención. Aunque su origen es estadounidense, este juego ha traspasado fronteras, y en la actualidad se practica en países de todos los continentes. Organizaciones internacionales como la Federación Internacional de Pickleball (Internacional Federación of Pickleball – IFP) trabajan para promover el deporte, establecer normativas unificadas y organizar torneos que atraen a jugadores de todo el mundo. Es en estos encuentros globales donde se puede apreciar la universalidad y la capacidad de este deporte de unir a las personas más allá de barreras culturales o lingüísticas.
Esta internacionalización también puede verse reflejada en el aumento del número de canchas disponibles. En España, por ejemplo, el ‘pickleball’ aún está en sus etapas iniciales de desarrollo, pero su crecimiento es palpable con la aparición de nuevas instalaciones dedicadas y el incremento en la demanda de entrenadores y árbitros especializados. Este crecimiento es testimonio de una tendencia al alza que, muy posiblemente, veremos consolidarse en los próximos años.
RETOS Y OPORTUNIDADES EN LA PROMOCIÓN DEL PICKLEBALL
A pesar de las claras ventajas que el ‘pickleball’ puede ofrecer, existen desafíos inherentes a la introducción de un nuevo deporte en el panorama actual. Uno de los principales retos es el desconocimiento. Para muchos, el ‘pickleball’ aún es un deporte en las sombras del pádel, tenis o bádminton. Superar esta falta de visibilidad es fundamental para su desarrollo y requiere un esfuerzo coordinado de marketing y promoción.
Por otra vez, también representa una oportunidad singular para las administraciones locales y los negocios privados de invertir en una disciplina deportiva en expansión. Equipar parques públicos con canchas de ‘pickleball’ o integrar esta oferta en clubes deportivos puede ser una forma innovadora y atractiva de atraer a un nuevo segmento de la población que busca opciones recreativas más inclusivas y accesibles.
EL PERFIL DEL JUGADOR DE PICKLEBALL: DIVERSIDAD E INCLUSIÓN
El ‘pickleball’ es un reflejo de su comunidad de jugadores: diversa, acogedora e inclusiva. Aquí encontramos a atletas veteranos que descubren en este deporte una forma de continuar su trayectoria deportiva sin la exigencia física de otros juegos. Familias enteras también están adoptando el ‘pickleball’ como una actividad que fortalece lazos y permite que miembros de todas las edades compartan una misma cancha.
Las historias de quienes lo practican son testimonios del poder del ‘pickleball’ para adaptarse a circunstancias individuales. Desde personas que encontraron en este deporte una vía de escape y mejora física tras episodios de salud adversos, hasta jóvenes que ven en la sencillez y la táctica del juego una manera de desarrollar habilidades deportivas sin la presión de deportes más intensos.
La inclusión se hace patente también en los eventos de ‘pickleball’, donde categorías adaptadas permiten que personas con discapacidades participen y compitan. Este enfoque democratizador es un pilar que sustenta el crecimiento del deporte y un ejemplo para otras disciplinas que buscan universalizar su práctica.
Como periodista con una larga trayectoria observando la evolución del panorama deportivo, puedo afirmar que el ‘pickleball’ está definiendo una nueva era en la que el deporte se reconoce, más que nunca, como una plataforma para la salud, el ocio y la interacción social, libre de las ataduras de la competitividad extrema y la exclusividad.
La clave del éxito duradero del ‘pickleball’, como en tantas otras historias de crecimiento y aceptación, radicará en su capacidad para seguir adaptándose y ofreciendo un espacio para todos, sin importar la forma física, la edad o la experiencia previa. Y así, con cada golpe y con cada nueva cancha que se inaugura, el ‘pickleball‘ va tejiendo su historia en el tejido multicultural del deporte global.