De manera regular, la NASA y diversas agencias espaciales y astronómicas internacionales comparten datos acerca de la eventualidad de un asteroide que se aproxime amenazadoramente a la Tierra, planteando la posibilidad de un impacto.
3El crucial rol de la NASA en la alerta de asteroides potencialmente peligrosos
La exploración espacial y la vigilancia del cosmos son áreas cruciales en las actividades de la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio). Uno de los desafíos más apremiantes y existenciales que enfrenta la humanidad es la posibilidad de un impacto de asteroides en la Tierra, lo que podría tener consecuencias catastróficas. La entidad desempeña un papel central en la identificación y alerta temprana de asteroides potencialmente peligrosos, utilizando una combinación de tecnología avanzada, observatorios espaciales y colaboración internacional.
La agencia espacial estadounidense cuenta con el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS, por sus siglas en inglés), cuya misión principal es monitorear y rastrear asteroides y cometas que se aproximan a la órbita terrestre. Este centro utiliza tecnología de vanguardia, como telescopios espaciales y terrestres, para detectar, seguir y calcular las trayectorias de estos objetos celestes. Uno de los métodos fundamentales es la observación fotométrica, que permite determinar el brillo y tamaño aparente de los asteroides, proporcionando información crucial para evaluar su peligrosidad potencial.
La alerta temprana es esencial, y la NASA ha implementado una serie de programas y sistemas para identificar asteroides que podrían representar una amenaza para nuestro planeta. Entre estos, destaca la Lista de Riesgo de Objetos Cercanos a la Tierra de la Agencia Espacial Europea (ESA), en la que la NASA participa activamente. Esta lista clasifica los asteroides según su riesgo de impacto, brindando a la comunidad científica y al público en general una evaluación clara y actualizada de las amenazas potenciales.
Un ejemplo destacado es el caso del asteroide 2009 FJ1, clasificado como el octavo más peligroso en la Lista de Riesgo de la ESA. La NASA, al detectar este asteroide un año antes, lo situó como el quinto más riesgoso. Aunque las predicciones iniciales apuntaban a un posible impacto o aproximación peligrosa el 6 de mayo de 2022, el monitoreo constante permitió ajustar y refinar estas predicciones. Este caso ejemplifica la dinámica y la necesidad de actualizaciones continuas en la evaluación de riesgos.
