El valor de la formación en asesoría fiscal y tributaria en el panorama empresarial actual

Cuando hablamos de fiscalidad, son muchos los responsables empresariales que se llevan las manos a la cabeza. La cantidad de cambios introducidos en los últimos años en este campo, que afecta tanto a las organizaciones como a los trabajadores, entre otras muchos implicados, obliga a los profesionales de esta área a estar constantemente actualizados y bien formados. En caso contrario, pueden cometer errores que impliquen costes económicos, ya sea en forma de sanciones u otro tipo de inspecciones.

Como ejemplo de la constante revisión, España ha empezado el año con la aprobación de una serie de novedades que afectan tanto al panorama fiscal como laboral. El aumento del “Impuesto sobre la Nómina” por la contribución al Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que pasará del 0,6% al 0,7% es una de ellas.

Pero no es la única novedad, ya que también tendrá lugar este año la subida del umbral del IRPF, del salario bruto anual para empezar a tributar, pasando de 14.000 a 15.000 euros, a lo que hay que añadir que las empresas que cuenten con becarios deberán empezar a cotizar por ellos a la Seguridad Social.

Estas son solo algunas de las novedades que comenzarán a ser una realidad este 2024. Sin embargo, hay muchas más. En este contexto marcado por la complejidad de la legislación fiscal, la presión tributaria y la globalización de las empresas es más necesario que nunca contar con profesionales especializados en esta materia.

Y para contar con ellos es aconsejable apoyarse en personas que hayan realizado un curso asesor fiscal que aborde los temas más relevantes para sacar la máxima productividad de cualquier compañía, autónomo o ciudadano. Uno que aborde temas como  el derecho financiero y tributario, el IRPF, o cuestiones generales del impuesto sobre el patrimonio, el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), el impuesto sobre sociedades, el impuesto sobre sucesiones y donaciones, entre otros.

“La asesoría fiscal y tributaria juega un papel esencial en el panorama empresarial actual. Estos profesionales ayudan a las empresas y a los particulares a cumplir con sus obligaciones fiscales, a reducir su carga tributaria y a tomar las mejores decisiones financieras”, enfatizan desde INEAF Business School, centro que ofrece el Curso de Asesoría Fiscal y Tributaria con la titulación de la Universidad Católica de Murcia (UCAM).

Una complejidad fiscal cada vez mayor

Los frecuentes cambios legislativos, la progresiva armonización fiscal internacional, el auge del comercio digital sin fronteras y la sofisticación de las normativas están creando un escenario de extrema complejidad para los departamentos financieros de cualquier compañía y profesional independiente.

El menor traspié, aunque se alegue desconocimiento, acarrea sustanciosas sanciones económicas o graves perjuicios que, incluso, pueden llevar a poner en peligro la viabilidad de las firmas, sobre todo de las más pequeñas. Para minimizar estos peligros, las empresas de todos los tamaños están incorporando dentro de su staff de especialistas a profesionales sólidamente formados en el área fiscal y tributaria.

Una tendencia, la de contar con este perfil de profesional altamente cualificado, que también están asumiendo los profesionales autónomos que, con menos medios que las empresas, también deben justificar sus cuentas.

Un socio estratégico

Los asesores fiscales, según explican los responsables de este curso de formación ofrecido por INEAF Business School, “se han convertido en socios estratégicos gracias a que con la planificación fiscal que pueden llegar a hacer reducen la carga fiscal de la empresa y maximizan sus beneficios económicos”.

Pero su trabajo no solo se basa en evitar riesgos, sino que también trabajan para aprovechar nuevas oportunidades dentro del régimen regulatorio. Así, por ejemplo, un capítulo especialmente relevante en el ámbito empresarial es el relacionado con los gastos deducibles.

En España, estos hacen referencia a diferentes tipos como los contables, los de explotación y los financieros, así como algunos gastos fiscales no contables. Entre los más frecuentes entre las empresas españolas se encuentran los relacionados con suministros, reparaciones y conservación.

A ellos habría que añadir otros como las amortizaciones del inmovilizado, los pagos por arrendamiento de oficinas o locales comerciales, los intereses de préstamos vinculados a la actividad económica, así como los gastos en investigación y desarrollo (I+D+i).

Son muchos los capítulos que hay que tener en cuenta para llevar a cabo una buena gestión fiscal y económica, ya que, según diferentes estudios, una empresa puede llegar a ahorrarse entre un 5 y un 15% en el Impuesto de Sociedades con una gestión eficiente de sus gastos deducibles.

Por todo ello, los asesores fiscales son un perfil cada vez más demandado y los últimos años han estado protagonizados por un aumento del número de ofertas de trabajo que buscan este tipo de profesional. Al respecto, un informe de Michael Page apunta a un incremento cercano al 15% en el ámbito fiscal y legal.

La asesoría fiscal y tributaria, recuerdan desde INEAF Business School, “es una profesión cada vez más importante y con buenas perspectivas de futuro”, por lo que la formación de calidad es una inversión para los estudiantes y profesionales que quieran desarrollar una carrera de éxito y convertirse en agentes estratégicos para las empresas en las que trabajan o para sus clientes.