La Dirección General de Tráfico (DGT) ha sacado a concurso el suministro de 15 nuevos radares móviles por un importe de 1,2 millones de euros. El objetivo de esta compra es reducir la siniestralidad en las carreteras españolas persiguiendo a los conductores que exceden los límites de velocidad, una de las principales causas de accidentes graves. Los nuevos dispositivos, que tienen un coste unitario de 78.650 euros, serán utilizados por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y se caracterizan por su precisión, polivalencia y capacidad para pasar desapercibidos. Podrán funcionar tanto en estático como en movimiento y medir la velocidad de hasta seis carriles a la vez, interceptando a infractores que circulen en ambos sentidos. En este artículo te explicaremos cómo funcionan estos nuevos dispositivos de la DGT y te contaremos en qué lugar estarán posicionados.
1DGT: La velocidad, una imprudencia que mata en la carretera
Aunque la mayoría de conductores respetan los límites, todavía hay una minoría que circula a velocidades muy superiores poniendo en riesgo su vida y la de los demás, según informaron las autoridades de la DGT. El límite genérico en autopistas y autovías es de 120 km/h, bajando a 100 km/h para camiones y furgonetas. Muchos tramos peligrosos y de alta siniestralidad cuentan con radares fijos que pretenden disuadir a los conductores para que moderen la marcha. Estos deben estar convenientemente señalizados según marca la ley, a diferencia de los móviles.