Especial 20 Aniversario

¡Nunca la adivinarías! La ciudad de Portugal que se ha puesto de moda entre los españoles y no puedes perderte

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Esta ciudad seguro que nunca la adivinarías. En medio de la encantadora región portuguesa del Algarve, que se extiende como un sorprendente umbral hacia el Atlántico, hay una joya que ha conquistado el corazón de los turistas españoles: Faro, la cautivadora capital del Algarve. Con 150 kilómetros de costa, donde las playas de arena dorada y los acantilados espectaculares se mezclan con aguas turquesas, Faro se ha convertido en un destino de ensueño para aquellos que buscan explorar más allá de los destinos turísticos convencionales.

Sumergirse en el casco histórico de Faro, conocido como Cidade Velha, es adentrarse en un laberinto de calles adoquinadas y descubrir joyas históricas que cuentan la historia de esta ciudad. Desde la imponente catedral gótica del siglo XIII, también conocida como la Iglesia de Santa María, hasta la puerta decorativa del Arco da Vila, que se remonta a la época árabe, cada rincón revela la riqueza cultural y arquitectónica de Faro. Subir a lo alto de la torre de la catedral ofrece una panorámica única de la ciudad y sus alrededores.

Pero Faro no solo es un destino histórico; es también una ciudad universitaria vibrante que bulle de vida cultural. La Rúa de Santo Antonio, la calle más comercial, es testigo de la animación que aportan los estudiantes, mientras que el Museo Arqueológico, ubicado en un antiguo convento del siglo XVI, ofrece una inmersión en el rico pasado de la región. Y para aquellos que buscan experiencias únicas, la iglesia Nossa Senhora do Carmo y su macabra Capela dos Ossos, construida con huesos y cráneos de monjes carmelitas, son paradas obligatorias. Faro, la ciudad de la que todos hablan, espera ser descubierta más allá de las temporadas turísticas, revelando su encanto incluso en otoño e invierno.

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Playas y naturaleza: paraísos algarvíos

Playas y naturaleza: paraísos algarvíos

Las playas de Faro son verdaderos tesoros naturales que deslumbran con su belleza inigualable. Entre ellas, la Ilha Deserta se destaca como un refugio idílico, ofreciendo extensiones interminables de arena dorada y aguas cristalinas que invitan a la relajación total. A poca distancia, la Ilha de Faro presenta un encanto propio, con sus animadas playas flanqueadas por dunas y la posibilidad de explorar la fusión única entre la vida urbana y la naturaleza. Además, la Ilha da Culatra, con sus pintorescas casas de pescadores, crea un escenario pintoresco que captura la esencia auténtica de la región.

La proximidad de Faro al Parque Natural Ría Formosa añade otra capa de fascinación a la experiencia. Este extraordinario ecosistema alberga una diversidad de aves y vida marina, ofreciendo oportunidades para la observación de aves y excursiones en barco que revelan la riqueza de la biodiversidad local. Sumergirse en estas playas y en la naturaleza cercana es sumergirse en un paraíso algarvío que combina la serenidad del entorno natural con la vibrante energía del océano Atlántico.