Microsoft ha subrayado un caso de éxito en el uso de la inteligencia artificial (IA): el descubrimiento y sintetización de un nuevo material que ayude a mejorar las baterías y permita, además, reducir en hasta un 70 por ciento el uso de litio en ellas.
Azure Quantum Elements es un nuevo producto de Microsoft, que la compañía lanzó en junio del año pasado, para acelerar descubrimientos científicos específicos con tecnologías de vanguardia como la inteligencia artificial, la nube y la computación cuántica.
Con esta herramienta, Microsoft buscaba mostrar que «lo que podría ser posible no es lo mismo que demostrar que la tecnología podría identificar algo nuevo y novedoso que podría sintetizarse», y por ello decidieron centrarse en una prueba con algo «útil para el día a día», como es la tecnología de batería.
En este trabajo, la compañía utilizó nuevos modelos de IA para examinar digitalmente más de 32 millones de materiales potenciales, lo que les permitió encontrar más de 500.000 candidatos estables, como compartió en agosto.
La identificación de materiales candidatos era solo «el primer paso», ya que, como señala la compañía en una publicación en su blog oficial, se trata de encontrar un material que tenga «las propiedades adecuadas», es decir, «un nuevo electrolito de batería de estado sólido».
Es en este punto donde destaca el papel de la inteligencia artificial, ya que reduce a días un proceso que requeriría semanas e incluso años, con largos cálculos de computación de alto rendimiento y costosas experimentaciones de laboratorio.
Para esta fase, Azure Quantum Elements se alió con el Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico (PNNL) del Departamento de Energía de Estados Unidos. El trabajo conjunto permitió identificar un nuevo material potencial, desconocido para los investigadores y «no presente en la naturaleza» y posteriormente probarlo «desde la materia prima hasta un prototipo funcional».
La importancia del descubrimiento radica en que este material potencial permitiría utilizar menos litio en las baterías (hasta un 70% menos), un elemento «relativamente escaso y caro», lo que tendría «enormes beneficios ambientales, económicos y de seguridad», como apuntan desde la compañía tecnológica.