El secreto para unas gambas al ajillo asombrosas

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Las gambas al ajillo son un plato típico de la gastronomía española, muy popular en el centro y sur del país, especialmente en Andalucía. Se trata de unas gambas salteadas en aceite de oliva con ajos y guindilla, que se sirven calientes en una cazuela de barro, acompañadas de pan para mojar en el jugoso aceite. Es una receta fácil y rápida de hacer, ideal para servir como aperitivo o entrante en cualquier ocasión.

Para hacer unas buenas gambas al ajillo, es importante contar con unos ingredientes de calidad: unas gambas frescas y de buen tamaño, unos ajos españoles y un aceite de oliva virgen extra. También se puede añadir un poco de vino blanco o de Jerez, para darle más sabor y aroma al plato, y unas hojas de perejil picado, para darle un toque de color y frescor.

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Guarniciones recomendadas para las gambas al ajillo 

El secreto para unas gambas al ajillo que son ambrosía

Las gambas al ajillo se pueden servir como aperitivo o entrante, como en cocteles de camarones; sin embargo, si se acompañan de otras guarniciones puede ser un palto principal, algunas de las mejores opciones son:

Ensaladas verdes: aportan frescura, color y contraste al plato, y ayudan a equilibrar el sabor intenso del ajo y el picante. Se pueden preparar con lechuga, rúcula, espinacas, tomate, aguacate, queso, frutos secos, etc.

Pan: es imprescindible para mojar en el jugoso aceite de las gambas al ajillo, y aprovechar todo su sabor. Se puede usar pan de masa madre, pan de pueblo, pan tostado, etc. También se puede hacer una bruschetta con gambas al ajillo, untando el pan con ajo y tomate, y colocando encima las gambas.

Cuscús, arroz o patatas: son guarniciones neutras que combinan bien con las gambas al ajillo, y que aportan hidratos de carbono y saciedad al plato. Se pueden cocer, saltear o asar, y condimentar con especias, hierbas o limón.

 

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