Una presión arterial elevada constituye uno de los principales factores de riesgo asociados con enfermedades cerebrovasculares y accidentes cerebrovasculares. De acuerdo con la OMS, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte a nivel mundial y, según se estima, casi 18 millones de personas mueren cada año como consecuencia de ello. En este contexto, un estudio reciente publicado en el European Journal of Clinical Nutrition destaca el papel beneficioso del zumo de naranja como aliado para reducir la presión arterial y, por ende, mitigar el riesgo de eventos cardiovasculares.
Es de sobra conocido que el zumo de naranja se ha consolidado a lo largo del tiempo como una parte fundamental en muchos desayunos. A pesar de que su componente principal es agua, constituyendo alrededor del 90%, el restante 10% está formado por un conjunto de vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales con múltiples efectos positivos. Además, incluye compuestos bioactivos, como la hesperidina y los carotenoides, cuyos beneficios para la salud han sido respaldados por la evidencia científica.
En el mencionado estudio, llevado a cabo en la Universidad de Tarragona, se investigó a 159 individuos con hipertensión leve y los hallazgos indicaron que el consumo de zumo de naranja, especialmente el tipo enriquecido con «hesperidina extra» (EOJ), podría tener un impacto positivo en la presión arterial. Los resultados llamaron mucho la atención, ya que después de consumir una única porción de 500 ml de EOJ se observaba una disminución significativa en la presión arterial.
De este modo, durante un período de 12 semanas, aquellos que incorporaron este zumo enriquecido experimentaron una disminución en la presión arterial diastólica. Parece que la hesperidina, un componente clave del zumo de naranja, podría ser responsable de estos efectos positivos. La reducción en la presión arterial fue proporcional a la cantidad de hesperidina presente.
En definitiva, aquellos que consumieron zumo de naranja experimentaron, en promedio, una reducción de aproximadamente 7 mmHg en su presión arterial, lo que nos lleva a plantearnos la siguiente pregunta: ¿El zumo de naranja puede tener efectos medicinales en este sentido?
Opinión de los expertos sobre el consumo de zumo de naranja
Los autores del estudio concluyeron que “la hesperidina presente en el zumo de naranja reduce la presión arterial sistólica y la presión del pulso después de un consumo sostenido y también después de una dosis única. El EOJ podría ser una herramienta coadyuvante útil para el manejo de la presión arterial y la presión del pulso en personas hipertensas pre y en etapa 1”.
Aunque estos resultados son prometedores, es imperativo señalar que se requieren estudios adicionales para confirmar el papel del zumo de naranja enriquecido con hesperidina como una forma efectiva para controlar la presión arterial elevada. Estas investigaciones adicionales contribuirán a consolidar la base científica necesaria para respaldar recomendaciones específicas relacionadas con el consumo de zumo de naranja como parte de un enfoque integral en la gestión de la hipertensión arterial.
De este modo, podemos concluir que este estudio proporciona una perspectiva alentadora sobre el impacto positivo del zumo de naranja en la presión arterial, planteando la posibilidad de integrar esta bebida natural en estrategias de prevención y manejo de la hipertensión, siempre con la prudencia de seguir explorando y validando estas conclusiones mediante investigaciones futuras.